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viernes, 10 de febrero de 2017

METODOS PARA DETERMINAR NIVELES DE VARROA EN EL COLMENAR



La situación actual de la apicultura se encuentra bastante condicionada por la presencia del acaro varroa. Este parásito ha sido el causante de muchas pérdidas económicas en  la apicultura mundial. Mediante diferentes métodos y principios activos, los apicultores buscan mantener bajos los niveles de varroa en sus colmenas, algunos métodos utilizados son la selección hacia líneas genéticas más higiénicas, otras medidas profilácticas, medicamentosas, entre otras. Una de las medidas más útiles para la toma de decisiones respecto de cómo actuar frente a este parasito, es realizar muestreos que cuantifiquen los niveles de varroa en las colmenas. En la siguiente tecnología se describen dos vías mediante las cuales los apicultores pueden realizar una medición en terreno de la cantidad de varroa forético (adulto) presente en las colmenas.

 El ácaro varroa afecta las abejas en todas sus fases de desarrollo y a las tres castas (reina, zángano y obrera). La varroosis es una parasitosis ampliamente distribuida, que ha generado mermas muy importantes en todos los productos y servicios que se obtienen de la apicultura.
Dentro de las características del ácaro, y que actualmente lo hacen más nocivo para la abeja (Apis mellifera), es que éste se reproduce tanto en la celda de zángano como en la de obrera, a diferencia de lo que ocurre en la Apis cerana, donde lo hacía principalmente en la celdilla de zángano y no en la celdilla de obrera, porque ésta es más pequeña y el ciclo de desarrollo de la abeja dentro de ella también es menor, y por ello el ácaro no logra su completo desarrollo.

Dado que varroa es un parásito que produce un impacto negativo sobre la explotación apícola, se vuelve muy importante hacer un precoz diagnóstico de los niveles de infestación que hay en el apiario. Algunos apicultores con experiencia en ocasiones pueden intuir cuando la colmena se encuentra afectada por varroa, lo cual es realizado mediante la visualización de las obreras que transitan en la piquera (con varroa) y de las abejas nacidas recientemente (foto 1), también mediante la apertura de celdas con infestación de varroa por parte de las abejas, entre otros métodos, los cuales son de bajo impacto para la colonia (perdida de abejas) cuando un apicultor los practica.


Foto 1: Abeja nodriza recién nacida infestada por varroa, a causa de lo cual presenta signos de virus de alas deformes

 
Foto 2: Tres abejas parasitadas con varroa presente en la piquera, abeja 1: varroa entre placas dorsales alimentándose de la membrana intersegmentaria, abeja 2: varroa montado sobre el tórax, abeja 3: varroa sobre placa dorsal

Pero también ocurre que, en la mayoría de los casos, estos métodos de observación entregan una visión distorsionada de los niveles de varroa. Ya que se ha descrito que la varroa hembra no siempre se logra ver en su forma forética (adulto) montada sobre su hospedador, sino que también en ocasiones se adosa gran parte de su ciclo a los pliegues ventrales (abdominales) de las abejas (foto 2). Si esto ocurre y no se realiza el diagnóstico y las medidas de control adecuadas en el momento oportuno, la colmena corre el peligro de morir a efecto de la parasitación, o por alguna enfermedad secundaria de la cual varroa pueda agilizar la vía de ingreso, mediante el debilitamiento de las abejas por el constante estrés que genera el parasito mientras succiona la hemolinfa. Debido a esto, es importante cuantificar los niveles de varroa de forma objetiva, para poder tomar decisiones antes que la infestación supere los niveles en la cual los daños son considerables e irreversibles.
En esta tecnología se detallan dos formas para cuantificar los porcentajes de varroa.  Esta información obtenida es una herramienta para que el apicultor pueda decidir si es necesario realizar alguna medida de control para disminuir los niveles de este parásito. Los protocolos que se explican proporcionan información de los niveles de infestación de varroa forético, mediante la obtención de muestras de 100 abejas por colmena.
Ambos tipos de muestreos son representativos con nula o muy poca presencia de cría (en las temporadas de otoño e invierno), pero cuando estamos en la presencia de cría lo más conveniente es complementar estos métodos con la apertura de la cría idealmente de zángano o en su defecto de obreras, donde se observa varroas dentro de la cría, ésta es otra técnica que se utiliza para medir el porcentaje de varroa en presencia de postura operculada de manera complementada con la medición sobre abejas adultas. En presencia de postura lo ideal es medir varroa en abeja adulta y en cría, ya que sólo un tipo de medición nos puede llevar a subestimar el nivel de varroa en fase reproductiva o forética respectivamente. Para medir varroa en cría de zángano, se considera grave sobre un 10% de infestación y en cría de obrera sobre un 20% también se deben realizar medidas para disminuir los niveles de varroa.

1.- Muestreo de doble Tamiz
El muestreo de abejas mediante el método de doble tamiz es ampliamente utilizado por una gran cantidad de apicultores en el mundo. Este método consiste en la obtención de a lo menos 100 abejas de tres marcos centrales de la cámara de cría (donde no esté la reina), donde hallan abejas jóvenes que son las abejas que se encuentran más parasitadas, estas se depositan dentro de un frasco con alcohol puro, diluido al 50% en agua o en agua jabonosa. Una medida de 200ml en el frasco, nos indica que tenemos aproximadamente 100 abejas en la muestra.

 Foto 3: Frasco con alcohol y abejas en su interior


La forma de vaciado de las abejas es pasando el borde del frasco con alcohol desde arriba hacia abajo, por la parte dorsal de las abejas desde la cabeza al abdomen (foto 8), de esta forma no se alteran y caen de forma pasiva dentro del frasco, donde mueren al contacto con el alcohol puro.
Después de la obtención de la muestra se pasan las abejas a un bote de 1 kilogramo de capacidad con una solución jabonosa (400 ml) donde se agitan las abejas para generar el completo desprendimiento de las varroas.















Foto 4: Una varroa entre abejas de una muestra en el fondo de un bote de miel y luego separadas las abejas de las varroas por un colador (doble tamiz)

 Luego las abejas deben ser filtradas por un doble tamiz, el cual consiste en un frasco o recipiente abierto en un extremo y en el otro debe tener un doble filtro. El primer filtro debe impedir el paso de las abejas (malla con agujeros de 1 milímetro como máximo) y permitir el paso de las varroas, en su otra parte el segundo filtro debe impedir el paso de las varroas y permitir el paso del agua jabonosa o alcohol (puede ser una tela blanca).































Foto 6: 1) Partes del doble tamiz, 2) Vista superior del doble tamiz, 3) Abejas   retenidas en la primera malla del doble tamiz, 4) Dos varroa retenidos en la tela

2.- Muestreo con azúcar  en polvo
El proceso de captura de abejas para el muestreo es igual al método anterior, pero el frasco con el que se recolectan las abejas se encuentra vacío (protocolo anterior tenía alcohol). Luego de recolectadas como mínimo las 100 abejas, se debe cerrar el frasco con una tapa modificada. Esta tapa se confecciona haciendo una circunferencia en el centro y poniendo en ese sitio una malla que no permita el paso de las abejas (foto 7).

Foto 7: 1) Frasco para realizar muestreo con azúcar flor con su tapa modificada; 2) Lápiz marcador y una jeringa para medir los 200ml; 3) Agregar 200ml de agua para marcar; 4) Marcado del frasco en los 200ml; 5) Frasco terminado, con tapa modificada y nivel marcado para 100 abejas.

Cuando se captura la muestra de abejas recién nacidas de 3 marcos centrales, se incorpora al frasco seco a través de la malla, una cucharada sopera de azúcar flor (8 gramos aproximadamente), y luego se agita por unos 20 segundos para que las abejas se espolvoreen del azúcar. Después de esto se debe dejar quieto por un minuto para que las varroas se suelten de las abejas, luego se voltea dejando la rejilla del frasco hacia abajo y comenzarán a caer el azúcar y las varroas.


Foto 8: Secuencia desde la captura de las abejas desde un extremo del marco
Se esperan unos 10 minutos y luego se devuelven las abejas al cajón del cual fueron extraídas y las abejas que se encuentran en el cajón las limpiarán del azúcar de sus cuerpos.





























Foto 9: 1) Abejas capturadas en el frasco con rejilla, 2) incorporación del azúcar flor 3) abejas empolvadas en azúcar flor, 4) mezclado de las abejas con azúcar flor, 5) frasco girado para que caiga exceso de azúcar y varroa, 6) abejas dentro del frasco, previo a devolverlas a la colmena, 7) abejas devueltas a su colmena, 8) varroa caído junto con azúcar flor.

El conteo de varroa se realiza de la misma forma que en el método anterior, de manera inmediata sobre una cartulina blanca, o bien pasando agua salina por un colador fino para deshacer los cristales de azúcar en polvo, y así en el colador quedarán sólo las varroas.
Los momentos imprescindibles para hacer muestreos de varroa (lugares con estaciones climáticas marcadas), es previo a la entrada de la primavera y después de haber realizado la cosecha, ya que son las épocas en las que se genera un quiebre en la población y postura, instancias en las que varroa se potencia, además que son los momentos en los que varroa se disipa con mayor intensidad entre las colmenas.
Siempre es bueno informarse con los técnicos y apicultores vecinos sobre los niveles de varroa que han ido obteniendo en sus monitoreos, de esta forma se puede tener una segunda herramienta que apoye la toma de muestras en su apiario y coordinar los tratamientos en un sector más amplio al propio apiario y así generar un impacto mayor para el control de la varroa.

fuente
Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación 
http://teca.fao.org/es/read/8663

2 comentarios:

  1. si llogaritet % e varroave qe mund te ketw foleja(zgjoi) ???

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  2. Bien logrado el tutorial, lo difundimos en Purén Araucanía Chile con exito

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