alimentos para abejas Actualmente, el apicultor dispone de toda una gama de distintos alimentos para abejas. Junto a la clásica solución de azúcar de preparación propia y al alimento preparado a base de sacarosa, acreditado desde hace mucho tiempo, desde hace algunos años también se utilizan productos de la sacarificación del almidón. El presente estudio presenta los resultados de experimentos científicos de alimentación con alimento preparado a base de sacarosa y a base de almidón.
Necesidades básicas de las abejas
El cobijo, la salud y, sobre todo, la alimentación desempeñan un papel importante para la supervivencia de las abejas. Excepto en Escandinavia y áreas de Europa del Este, las abejas no encuentran prácticamente ninguna posibilidad de constituirse autónomamente como colmena en el paisaje europeo, transformado por el hombre. Por este motivo, en Europa, las abejas son mantenidas casi exclusivamente por apicultores en colmenas de muy diversas construcciones. Dado que en una colmena cohabitan hasta 80.000 individuos en un espacio mínimo, una buena salud es indispensable para mantener la población. Con el propóleo, las abejas disponen de un instrumento altamente eficaz contra un gran número de agentes infecciosos, pero pese a ello el apicultor debe intervenir ocasionalmente. A este respecto, cabe mencionar sobre todo la loque maligna de la cría, la nosemiasis y la varroasis. La especial importancia de la nutrición para las abejas puede explicarse a partir de sus etapas de desarrollo: en el estadio de desarrollo del huevo al insecto, la absorción de proteínas desempeña un papel primordial; en cambio, en las abejas totalmente desarrolladas (zánganos, abejas obreras y reinas), es muy importante el suministro de energía mediante carbohidratos.
Necesidad de alimentación
La alimentación es necesaria cuando el apicultor retira la miel, el alimento natural de las abejas. Por lo tanto, en nuestros climas con inviernos rigurosos en algunos casos, el apicultor debe suministrar a las abejas un alimento sustitutivo. Asimismo, las condiciones de alimentación natural extremadamente variables según la región y en el cambio de estación pueden hacer necesaria una alimentación de sostenimiento durante épocas de escasez para el mantenimiento de las actividades de cría y para cubrir las necesidades nutricionales. La alimentación también resulta necesaria durante la creación de núcleos y la cría de reinas. Ya hemos comentado la vital importancia que tienen los carbohidratos para cubrir las necesidades energéticas de las abejas plenamente desarrolladas. Por este motivo, las siguientes explicaciones se limitan a los productos de alimentación para abejas actualmente disponibles en el mercado.
Distintos alimentos para abejas
Miel El alimento natural es la miel, que las abejas producen a partir de las materias primas recolectadas, néctar y melaza. Estas materias primas contienen básicamente, en función de la fuente de alimentos, fructosa, glucosa y sacarosa (azúcar de remolacha o azúcar moreno), y también maltosa y otros azúcares en pequeñas cantidades. Así pues, la fructosa, la glucosa y la sacarosa son los principales nutrientes de las abejas. Algunas mieles, como p. ej. la miel de colza y las mieles que contienen melecitosa, son menos aptas para conservación durante el invierno, debido a su acusada tendencia a la cristalización. También los contenidos elevados de ceniza y pigmentos, típicos de la mayoría de mieles silvestres, pero también en algunas mieles de flores, suponen un lastre para el sistema intestinal y pueden dar lugar a casos de disentería en inviernos especialmente prolongados.
Los componentes más usuales de la miel se muestran en la siguiente tabla:
componente | rango | contenido típico |
---|---|---|
agua | 14 - 22 % | 18% |
fructosa | 28 - 44 % | 38% |
glucosa | 22 - 40 % | 31% |
sacarosa | 0,2 - 7 % | 1% |
maltosa | 2 - 16 % | 7,5% |
otros azúcares | 0,1 - 8 % | 5% |
proteínas y aminoácidos | 0,2 - 2 % | |
vitaminas, enzimas, hormonas
ácidos orgánicos y otros
| 0,5 - 1 % | |
minerales | 0,5 - 1,5 % | |
cenizas | 0,2 - 1,0 % |
Solución de azúcar (solución de sacarosa)
La solución de azúcar es el sustitutivo clásico de la
miel. Para prepararla, normalmente se mezcla azúcar
con agua en la proporción 3: 2, y con menor frecuencia
1:1. Este azúcar es químicamente idéntico a la sacarosa
contenida en las materias primas de la miel: el néctar y
la melaza. La abeja posee las enzimas metabólicas
nece sarias, como la invertasa, para poder aprovechar
bien la sacarosa como nutriente.
Generalmente, la preparación de la solución de azúcar
representa una importante carga de trabajo. También
se debe tener en cuenta la inestabilidad microbiológica
de un alimento de estas características, que conduce
a una conservabilidad limitada y, por ende, a un plazo
de uso limitado de la solución de azúcar preparada.
Esto puede hacer necesario repetir varias veces la preparación
del alimento.
Alimento preparado a base de almidón
Desde mediados de los años 90, también hay en el
mercado productos a base de almidón. Se componen de
distintas proporciones de glucosa, maltosa, así como los
malto-oligosacáridos y los isomalto-oligosacáridos, de
mayor peso molecular. De entre estas sustancias, sólo
la glucosa está presente en las mieles en cantidades
considerables. La maltosa puede representar hasta el 8 %.
Los restantes oligosacáridos sólo están presentes en las
mieles como trazas. Así pues, en conjunto, los productos
de alimentación a base de almidón no son tan similares
a los nutrientes naturales de las abejas. Además, algunos
de estos productos contienen proporciones elevadas de
ceniza y pigmentos, a causa del proceso de fabricación.
Por lo tanto, en general, los alimentos a base de almidón
son menos tolerables.
Experimentos de alimentación
comparativos
En los años 1997 y 1998, el Bayerische Landesanstalt für
Bienenzucht (Instituto Bávaro de Apicultura) de Erlangen
llevó a cabo extensos experimentos en los emplazamientos
de Erlangen y Kringell, con cerca de 100 colmenas,
para la alimentación invernal con alimentos a base de
sacarosa y a base de almidón. Mediante estos experimentos
se pretendía determinar si la composición del
alimento para abejas tiene influencia en los siguientes
aspectos.
tolerancia por las abejas
Como resultado se puede afirmar que todas las colme -
nas alimentadas con Apiinvert sobrevivieron en ambos
emplazamientos. En algunas de las colmenas alimen -
tadas con productos de sacarificación del almidón se
constató una amplia reducción de la población. Esta
observación se refiere principalmente al emplazamiento
de Kringell, de clima más riguroso. Una posible expli -
cación de estos resultados es que los oligosacáridos
(azúcares compuestos) no pueden ser degradados, o sólo
pueden serlo hasta cierto punto, por las propias enzimas
de las abejas. Esto supone un lastre para la vesícula
intestinal de la abeja, que provoca enfermedades dia -
rreicas. La proporción, a veces elevada, de ceniza y pigmentos
en los productos de la sacarificación del almidón
intensifica estos efectos.
Variación del espectro de azúcar desde el momento
de la alimentación hasta el almacenamiento
Las abejas cuentan con diversas enzimas, de entre las
cuales la invertasa es la más importante para la descomposición
de los carbohidratos. Esta enzima descompone
el azúcar doble sacarosa en sus componentes fructosa y
glucosa. Estos monosacáridos quedan, de forma relativamente
rápida, a disposición de las abejas como fuente
de nutrientes. El azúcar doble maltosa, contenido en los
productos de sacarificación del almidón, se descompone
en glucosa con mucha mayor lentitud, y por lo tanto
su aprovechamiento por la abeja es peor. En algunos
casos, la proporción de maltosa en el alimento sumi -
nistrado y almacenado en el panal aumentó hasta el
momento los trabajos de inicio de la primavera, lo cual
denota la existencia de reacciones posteriores. Los
oligosacáridos que se forman son difícilmente aprovechables
– o no lo son en absoluto – por las abejas.
Tendencia a la cristalización
del alimento en el panal
La tendencia a la cristalización se determinó en el alimento
almacenado y tras los trabajos de inicio de la
primavera. Se constató que los jarabes alimenticios
ricos en glucosa y maltosa tendían a una cristalización
más acusada. En algunos casos no fue posible aislar
jarabe de las celdas, dado que el contenido estaba completamente
cristalizado.
En panales de enjambres que habían sido alimentados
con Apiinvert se observó tan sólo una escasa tendencia
a la cristalización. De este modo, las abejas disponían
de una cantidad suficiente de alimento aprovechable.
Conclusión
Los alimentos para abejas disponibles en el mercado se
diferencian sensiblemente en sus materias de partida y
en su composición. Desde hace décadas, está demostrada
la idoneidad de los alimentos compuestos a base de
sacarosa, así como su inocuidad para la salud de las
abejas. A causa de la distinta composición, así como a los
diferentes contenidos en ceniza y pigmentos, resulta
difícil una evaluación general de los productos de la
sacarificación del almidón disponibles en el mercado.
La idoneidad de estos alimentos como alimento para
el invierno parece depender en gran medida de las
condiciones climáticas de la ubicación.
Gracias por la explicación y me gustaría conocer más sobre la apicultura y saber dónde puedo encontrar más publicidad sobre este tema soy nuevo en prácticar la apicultura
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