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viernes, 10 de febrero de 2017

LA ALIMENTACION DE LAS ABEJAS CON FRUCTOSA GLUCOSA



alimentos para abejas Actualmente, el apicultor dispone de toda una gama de distintos alimentos para abejas. Junto a la clásica solución de azúcar de preparación propia y al alimento preparado a base de sacarosa, acreditado desde hace mucho tiempo, desde hace algunos años también se utilizan productos de la sacarificación del almidón. El presente estudio presenta los resultados de experimentos científicos de alimentación con alimento preparado a base de sacarosa y a base de almidón.


Necesidades básicas de las abejas

El cobijo, la salud y, sobre todo, la alimentación desempeñan un papel importante para la supervivencia de las abejas. Excepto en Escandinavia y áreas de Europa del Este, las abejas no encuentran prácticamente ninguna posibilidad de constituirse autónomamente como colmena en el paisaje europeo, transformado por el hombre. Por este motivo, en Europa, las abejas son mantenidas casi exclusivamente por apicultores en colmenas de muy diversas construcciones. Dado que en una colmena cohabitan hasta 80.000 individuos en un espacio mínimo, una buena salud es indispensable para mantener la población. Con el propóleo, las abejas disponen de un instrumento altamente eficaz contra un gran número de agentes infecciosos, pero pese a ello el apicultor debe intervenir ocasionalmente. A este respecto, cabe mencionar sobre todo la loque maligna de la cría, la nosemiasis y la varroasis. La especial importancia de la nutrición para las abejas puede explicarse a partir de sus etapas de desarrollo: en el estadio de desarrollo del huevo al insecto, la absorción de proteínas desempeña un papel primordial; en cambio, en las abejas totalmente desarrolladas (zánganos, abejas obreras y reinas), es muy importante el suministro de energía mediante carbohidratos.


Necesidad de alimentación

La alimentación es necesaria cuando el apicultor retira la miel, el alimento natural de las abejas. Por lo tanto, en nuestros climas con inviernos rigurosos en algunos casos, el apicultor debe suministrar a las abejas un alimento sustitutivo. Asimismo, las condiciones de alimentación natural extremadamente variables según la región y en el cambio de estación pueden hacer necesaria una alimentación de sostenimiento durante épocas de escasez para el mantenimiento de las actividades de cría y para cubrir las necesidades nutricionales. La alimentación también resulta necesaria durante la creación de núcleos y la cría de reinas. Ya hemos comentado la vital importancia que tienen los carbohidratos para cubrir las necesidades energéticas de las abejas plenamente desarrolladas. Por este motivo, las siguientes explicaciones se limitan a los productos de alimentación para abejas actualmente disponibles en el mercado.


Distintos alimentos para abejas

 Miel El alimento natural es la miel, que las abejas producen a partir de las materias primas recolectadas, néctar y melaza. Estas materias primas contienen básicamente, en función de la fuente de alimentos, fructosa, glucosa y sacarosa (azúcar de remolacha o azúcar moreno), y también maltosa y otros azúcares en pequeñas cantidades. Así pues, la fructosa, la glucosa y la sacarosa son los principales nutrientes de las abejas. Algunas mieles, como p. ej. la miel de colza y las mieles que contienen melecitosa, son menos aptas para conservación durante el invierno, debido a su acusada tendencia a la cristalización. También los contenidos elevados de ceniza y pigmentos, típicos de la mayoría de mieles silvestres, pero también en algunas mieles de flores, suponen un lastre para el sistema intestinal y pueden dar lugar a casos de disentería en inviernos especialmente prolongados.

Los componentes más usuales de la miel se muestran en la siguiente tabla:

componenterangocontenido típico
agua14 - 22 %18%
fructosa28 - 44 %38%
glucosa22 - 40 %31%
sacarosa0,2 - 7 %1%
maltosa2 - 16 %7,5%
otros  azúcares0,1 - 8 %5%
proteínas y aminoácidos0,2 - 2 %
vitaminas, enzimas, hormonas
ácidos orgánicos y otros
0,5 - 1 %
minerales0,5 - 1,5 %
cenizas0,2 - 1,0 %
Solución de azúcar (solución de sacarosa)

La solución de azúcar es el sustitutivo clásico de la miel. Para prepararla, normalmente se mezcla azúcar con agua en la proporción 3: 2, y con menor frecuencia 1:1. Este azúcar es químicamente idéntico a la sacarosa contenida en las materias primas de la miel: el néctar y la melaza. La abeja posee las enzimas metabólicas nece sarias, como la invertasa, para poder aprovechar bien la sacarosa como nutriente. Generalmente, la preparación de la solución de azúcar representa una importante carga de trabajo. También se debe tener en cuenta la inestabilidad microbiológica de un alimento de estas características, que conduce a una conservabilidad limitada y, por ende, a un plazo de uso limitado de la solución de azúcar preparada. Esto puede hacer necesario repetir varias veces la preparación del alimento.

 Alimento preparado a base de almidón

Desde mediados de los años 90, también hay en el mercado productos a base de almidón. Se componen de distintas proporciones de glucosa, maltosa, así como los malto-oligosacáridos y los isomalto-oligosacáridos, de mayor peso molecular. De entre estas sustancias, sólo la glucosa está presente en las mieles en cantidades considerables. La maltosa puede representar hasta el 8 %. Los restantes oligosacáridos sólo están presentes en las mieles como trazas. Así pues, en conjunto, los productos de alimentación a base de almidón no son tan similares a los nutrientes naturales de las abejas. Además, algunos de estos productos contienen proporciones elevadas de ceniza y pigmentos, a causa del proceso de fabricación. Por lo tanto, en general, los alimentos a base de almidón son menos tolerables.


Experimentos de alimentación comparativos

En los años 1997 y 1998, el Bayerische Landesanstalt für Bienenzucht (Instituto Bávaro de Apicultura) de Erlangen llevó a cabo extensos experimentos en los emplazamientos de Erlangen y Kringell, con cerca de 100 colmenas, para la alimentación invernal con alimentos a base de sacarosa y a base de almidón. Mediante estos experimentos se pretendía determinar si la composición del alimento para abejas tiene influencia en los siguientes aspectos.

tolerancia por las abejas

Como resultado se puede afirmar que todas las colme - nas alimentadas con Apiinvert sobrevivieron en ambos emplazamientos. En algunas de las colmenas alimen - tadas con productos de sacarificación del almidón se constató una amplia reducción de la población. Esta observación se refiere principalmente al emplazamiento de Kringell, de clima más riguroso. Una posible expli - cación de estos resultados es que los oligosacáridos (azúcares compuestos) no pueden ser degradados, o sólo pueden serlo hasta cierto punto, por las propias enzimas de las abejas. Esto supone un lastre para la vesícula intestinal de la abeja, que provoca enfermedades dia - rreicas. La proporción, a veces elevada, de ceniza y pigmentos en los productos de la sacarificación del almidón intensifica estos efectos.


Variación del espectro de azúcar desde el momento de la alimentación hasta el almacenamiento

Las abejas cuentan con diversas enzimas, de entre las cuales la invertasa es la más importante para la descomposición de los carbohidratos. Esta enzima descompone el azúcar doble sacarosa en sus componentes fructosa y glucosa. Estos monosacáridos quedan, de forma relativamente rápida, a disposición de las abejas como fuente de nutrientes. El azúcar doble maltosa, contenido en los productos de sacarificación del almidón, se descompone en glucosa con mucha mayor lentitud, y por lo tanto su aprovechamiento por la abeja es peor. En algunos casos, la proporción de maltosa en el alimento sumi - nistrado y almacenado en el panal aumentó hasta el momento los trabajos de inicio de la primavera, lo cual denota la existencia de reacciones posteriores. Los oligosacáridos que se forman son difícilmente aprovechables – o no lo son en absoluto – por las abejas.

Tendencia a la cristalización del alimento en el panal

La tendencia a la cristalización se determinó en el alimento almacenado y tras los trabajos de inicio de la primavera. Se constató que los jarabes alimenticios ricos en glucosa y maltosa tendían a una cristalización más acusada. En algunos casos no fue posible aislar jarabe de las celdas, dado que el contenido estaba completamente cristalizado. En panales de enjambres que habían sido alimentados con Apiinvert se observó tan sólo una escasa tendencia a la cristalización. De este modo, las abejas disponían de una cantidad suficiente de alimento aprovechable.

 Conclusión

Los alimentos para abejas disponibles en el mercado se diferencian sensiblemente en sus materias de partida y en su composición. Desde hace décadas, está demostrada la idoneidad de los alimentos compuestos a base de sacarosa, así como su inocuidad para la salud de las abejas. A causa de la distinta composición, así como a los diferentes contenidos en ceniza y pigmentos, resulta difícil una evaluación general de los productos de la sacarificación del almidón disponibles en el mercado. La idoneidad de estos alimentos como alimento para el invierno parece depender en gran medida de las condiciones climáticas de la ubicación.


1 comentario:

  1. Gracias por la explicación y me gustaría conocer más sobre la apicultura y saber dónde puedo encontrar más publicidad sobre este tema soy nuevo en prácticar la apicultura

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