sábado, 31 de diciembre de 2016

LA CERA


 Las cera
son ésteres de los ácidos grasos con alcoholes de peso molecular elevado, es decir, son moléculas que se obtienen por esterificación, reacción química entre un ácido carboxílico y un alcohol, que en el caso de las ceras se produce entre un ácido graso y un alcohol monovalente lineal de cadena larga. Son sustancias altamente insolubles en medios acuosos y a temperatura ambiente se presenta
n sólidas y duras.
La cera no es una producción vegetal, sino una secreción animal que las abejas voluntariamente segregan siempre que la necesitan a través de las glándulas ceríferas de las obreras jóvenes. Las escamas de cera salen de entre los anillos del abdomen, de donde, por medio de sus patas posteriores las llevan a su mandíbula y las mastican, impregnándolas de saliva y adicionando pequeñas cantidades de polen y propóleo, volviéndolas más maleables.


Así, las laminillas de cera se transforman en esa maravilla de regularidad que es el panal. La secreción de la cera está sometida a la acción conjunta de los cuatro siguientes factores:Tiene que haber una gran población de abejas jóvenes, de doce a dieciocho días de edad; más jóvenes.La temperatura en el interior de la colmena tiene que ser elevada, más concretamente de 33 a 36° C en el racimo de obreras cereras. Alimentación copiosa, tienen que entrar en la colmena grandes cantidades de miel y polen. Para segregar un kilo de cera las obreras consumen de 10 a 12 kg de miel.
Necesidades de la colonia. En período de abundancia, la secreción de cera muy alta; en tiempo de carestía es nula. Sin embargo, las abejas pueden construir celdas y opercular sus larvas en ausencia de mielada, empleando cera procedente de los panales existentes.
Se ha utilizado tradicionalmente para hacer velas, para alumbrado, de gran calidad; para encerar maderas, papel, telas y cuero, como conservante e impermeabilizante, y por ello, desde la construcción de una cerilla, hasta de un cartucho o munición en la industria militar. Es utilizada como material dieléctrico en virtud de que es aislante.


la cera de abeja, se obtiene de los panales de cera que las abejas construyen dentro de sus colmenas. Una forma de obtenerla de los panales es colocarlos dentro de un recipiente cerrado y poner agua en el fondo que se calienta hasta que se forma vapor así funde la cera que flota en el agua y se separa del desecho que queda debajo, la cera liquida se vierte en recipientes para que se enfríe lentamente, presentando la cera un bajo peso específico, se separa de los restos extraños que quedan adheridos en la parte inferior del bloque de cera. Otra forma es mediante el cerificador solar que funde la cera al exponerlo a la luz del sol y que cae fundida en un recipiente en donde se pone un poco de agua para evitar que se pegue La cera de abeja que recubre las celdas se denomina cera de opérculo y es la más apreciada, siendo muy clara de color, comparada con la obtenida de los cuadros melarios o cuadros de cría.
En cosmética, en forma de cremas o de ungüentos, debido a las propiedades antiinflamatorias y cicatrizantes de muchos de sus componentes. Otra aplicación cosmética es como depilatorio, ya que el vello se adhiere a ella y es más fácil de retirar. 
En el arte es la técnica de pintura conocida como encáustica utilizada desde los romanos descrita por Plinio el Viejo en el siglo I. Posiblemente tomada de Egipto donde la utilizaban para confeccionar máscarasretratos o efigies de los faraones. En la era industrial se la utilizó para la confección de figuras en los famosos museos de cera que existen en gran parte del mundo. Son muchos los pintores que utilizaron mezclas de cera y miel en sus óleos, desde la antigüedad hasta la edad moderna. También fueron utilizadas tablillas de cera para escribir sobre ellas o para recubrir escritos. En la época medieval, se usaba para confeccionar pasta para los sellos.

EL PROPOLEO




El propóleo
 

(gr. própolis) es una sustancia que obtienen las abejas de las yemas de los árboles y que luego procesan en la colmena, convirtiéndola en un potente antibiótico con el que cubren las paredes de la colmena, con el fin de combatir las bacterias, virus y hongos que puedan afectarla.
El propóleos tiene materias colorantes, los flavonoides como la galangina,que son las más activas en la 
función antiséptica. Además de esta sustancia, contiene resinas y bálsamos (un 50%), cera de abeja (un 30%), aceites esenciales (un 10%), polen y diversos materiales minerales: aluminio, plata, bario, boro, cromo, cobalto, estaño, hierro y muchos otros. También contiene provitamina A y vitaminas del grupo B, especialmente B3.

Entre las propiedades medicinales que se le reconocen a este producto están:
Antibióticas (bactericida y fungicida)
Anti-virales
Anti-tumorales
Cicatrizantes
Anti-inflamatorias
Analgésicas
Anti-alérgicas
Epitelizantes
Anestésicas
Inmunoestimulantes
Su utilización en seres humanos debe hacerse con reserva (sobre todo en caso de intolerancia o alergia a alguno de los productos de las abejas o a las mismas abejas) y, si no se está en condiciones de administrarlo debidamente, preferentemente con recomendación médica. Históricamente se lo ha utilizado para tratar catarros de las vías respiratorias altas, resfriado común, gripe de cualquier virus y cepa, sinusitis, otitis, laringitis, bronquitis, asma bronquial, neumonía crónica, tuberculosis pulmonar. También se la utiliza en dermatología para el tratamiento de abscesos, forúnculos, sabañones, grietas, verrugas, infección en la raíz de las uñas, entre otros daños de la piel. Es también eficaz en otros problemas como conjuntivitis, infecciones y llagas bucales, etcétera.Se conoce que los egipcios utilizaban el propóleos como parte de los ingredientes para conservar las vísceras de los faraones.[cita requerida] Ha sido utilizado en el tratamiento de animales con fiebre aftosa, necrosis bacilar, mastitis, helmintiasis en ovinos, entre otras. También se lo utiliza en la confección de finísimas lacas para el pintado de instrumentos musicales de cuerda, dándole gran resistencia a la laca.




La cantidad promedio que pueden producir por colmena durante un año depende de la raza de abeja, suele estar entre 150–300 gramos. Se recolecta al comenzar la primavera, ya que es necesario en la colmena durante los tiempos fríos. Para la recolección, el apicultor coloca una plancha plástica perforada sobre los cuadros de la colmena; en el momento de recolección, se introduce en un congelador hasta que el contenido se congele y así poder retirarlo más fácilmente; luego se lo introduce en agua caliente para separar el propóleos de la cera, las abejas muertas o restos. En este momento el propóleo se presenta como una sustancia similar a una goma de mascar. Luego toma una forma granulosa y floja, de color ligeramente oscuro. Se lo conserva en recipientes de vidrio, nunca de plástico, lejos del aire y de la luz.

EL POLEN DE LAS MIELES





El polen delas mieles, un indicador de su procedencia botánica y geográfica.

Las propiedades de la miel, incluyendo su aroma, color y sabor dependen del néctar que le da origen. El estudio del polen que contamina el néctar y aparece en las mieles no solo tiene interés científico básico sino que permite tipifica
r las mieles de acuerdo con su origen, lo que incide en su valor comercial. Este tipo de estudios es escaso en la Argentina, a pesar de que nuestro país es el quinto productor y el tercer exportador mundial de miel.


La utilización de la miel en la alimentación se remonta a la prehistoria, el hombre primitivo la extraía de los panales de abeja que encontraba en troncos huecos o en las grietas de las rocas. Dan prueba de ello las imágenes encontradas en las pinturas rupestres de Altamira que datan de 15.000 a.C., y en Bicorp (Valencia) cuya antigüedad es de 7000 años a.C. (figura 1). Desde entonces, tanto la miel cuanto las abejas han sido fuente de inspiración para los poetas y objeto de investigación para los naturalistas. La miel fue el principal edulcorante disponible en la antigüedad clásica. Durante este período se la empleó también en la conservación de cadáveres. Es conocido que durante el traslado del cuerpo de Alejandro el Magno desde Babilonia hasta Alejandría en Egipto en el 323 a.C. y el de Agesilao, rey de Esparta, desde Egipto hasta su ciudad natal en el 360 a.C., se usó miel para evitar la descomposición. El efecto preservante de la miel se debe a su baja concentración de agua y es idéntico al que permite la prolongada conservación de los dulces y de las frutas en almíbar donde el alto contenido en azúcar disminuye el contenido de agua (véase “La actividad del agua. 


Un factor determinante en la preservación de los alimentos”, Ciencia Hoy, 18:6-9, 1992). En los pueblos celtas y anglosajones del centro y norte de Europa donde el cultivo de la vid no era posible, la miel fermentada (llamada por los romanos hidromiel) fue una de las primeras bebidas alcohólicas.
Las abejas productoras de miel fueron domesticadas durante el Neolítico (período que comenzó hace diez mil años) a medida que el ser humano aprendió a proteger, cuidar y controlar las colonias de abejas que encontraba en la naturaleza. Sin embargo en su forma moderna la apicultura recién se inició a mediados del siglo XIX cuando, en Estados Unidos, el reverendo Lorenzo Lorraine Langstroth inventó la colmena de cuadros móviles cuyo uso perdura hasta nuestros días. La colmena Langstroth, como se la identifica actualmente, permitió un fácil manejo de las colonias de abejas productoras de miel (abejas melíferas, Apis mellifera, véase “La abeja recolectora de néctar”, Ciencia Hoy, 12:34-41, 1991). De ese modo la miel, junto a otros productos de la colmena, adquirió importancia comercial. La colmena inventada por Langstroth, fundamental para la práctica de la apicultura, fue difundida en el continente europeo gracias a las publicaciones de Dadant, un promotor de esta actividad. A partir de ese momento, la introducción de las abejas melíferas se incrementó de tal modo en diversas partes del mundo que actualmente puede decirse que estos insectos son cosmopolitas.

María C. Tellería
Facultad de Ciencias Naturales y Museo de La Plata, UNLP, CONICET 

PRODUCCIÓN Y ALMACENADO DE PROPOLEOS


 



El propóleos es un producto compuesto básicamente por sustancias resinosas procedentes de distintas especies vegetales, en líneas generales podemos considerar que su composición sería 50% de bálsamos y resinas, 35% de cera, 10% de aceites esenciales y un 5 % de polen. Ese 50% es el que contiene los principios activos, y en esa fracción se han logrado separar ya cerca de 200 compuestos, de los cuales prácticamente la mitad son compuestos fenólicos (principalmente flavonoides) a los que se les atribuyen propiedades curativas o farmacológicas.
A grandes rasgos podemos decir que los flavonoides son pigmentos vegetales con una importante acción antioxidante; absorben la radiación electromagnética en la zona UV –VIS, por lo que constituyen una protección natural para las plantas contra la radiación UV del sol (al propóleos se le atribuye entonces un efecto protector sobre la piel). Por otra parte, presentan una barrera química de defensa contra microorganismos ( hongos, bacterias y virus).
Estos compuestos, al igual que otros volátiles que forman parte del propóleo pueden perderse por la acción de la temperatura , así como a la prolongada radiación UV por lo que deberemos tener el máximo cuidado tanto en su producción y recolección como en su posterior manejo.



La caracterización del propóleo viene dada por sus características organolépticas, así como por diversos parámetros físico-químicos. En el primer caso se determinan normalmente el aspecto, consistencia, impurezas mecánicas, color, olor y sabor; en el segundo los análisis más habituales son: humedad, punto de fusión, contenido en ceras, propóleos e impurezas mecánicas; sustancias minerales, índice de oxidación, índice de yodo, índice de acidez, basicidad, ester y pH, así como el análisis cualitativo de flavonoides, y cuantitativo de fenoles totales.
El color dependerá de su origen floral, apareciendo tonalidades amarillas, pardas, verdosas, castañas, rojizas, negruzcas. En general los propóleos claros son los más apreciados. En cuanto al olor éste debe ser resinoso y más o menos suaves o aromáticos. El sabor debe ser básicamente picante.
La cera y las mezclas mecánicas no contienen principios activos y su elevada presencia depreciara el producto; una forma simple de determinar la calidad de una muestra en el campo consiste en oprimir una pequeña parte entre los dedos índice y pulgar. Si sentimos consistencia terrosa la muestra es de poca calidad por la presencia de un exceso de mezclas mecánicas, si es demasiado maleable tendrá una cantidad excesiva de cera por lo tanto su calidad será también inferior.

Aspectos de la producción.

El éxito tanto en calidad como en cantidad de propóleos obtenido depende de una interrelación de factores que juegan un papel fundamental en este tipo de producción: 

1. Flora y clima
2. Raza de abeja que utilicemos
3. Métodos de recolección
4. Sanidad de la colmena

Flora y clima.

Las sustancias resinosas origen de los propóleos proceden de diversas especies vegetales (de los brotes, exudados resinosos, …), principalmente de álamos, castaños, abetos, sauces, pinos, abedules, etc. Por ello, es lógico que en las explotaciones establecidas en bosques naturales, las abejas acumulen mas propóleos que en aquellas establecidas en zonas de cultivos intensivos. Es importante también que los colmenares se ubiquen lejos de zonas donde existan cultivos en los que se apliquen tratamientos plaguicidas y lejos de vías de comunicación terrestre, ya que en algunos casos se han reportado contaminaciones con plomo.
Habrá que tener en cuenta que siempre será mayor la predisposición y almacenamiento en zonas frías y ventosas que en zonas cálidas (a excepción de la abeja africanizada en zonas tropicales que recolectan permanentemente).



Raza
Con respecto al tipo de raza de abeja, sabemos que la mas propolizadora es la Apis mellifera caucásica, la abeja gris originaria de las montañas del Cáucaso, que llega a producir en ocasiones una exagerada propolización lo que dificulta las visitas de aquellos que no abren sus colmenas regularmente. La abeja italiana (A. m. ligustica) es la menos propolizadora aunque en zonas ventosas y frías con bosques o alamedas son buenas productoras de propóleos. En el valla argentino de Río Negro, Neuquen y Mendoza, limite con Chile, se obtienen rendimientos de 300 a 500 gramos/colmena /año de propóleos de excelente calidad.
En cuanto a la A. m. mellifera o abeja negra nativa o criolla tiene muy buenas aptitudes de propolización debido a su permanente agresividad y rusticidad, cualidades que influyen sobremanera en su instinto de sellar grietas y fijar partes de la colmena.
Con respecto a la raza cárnica es muy poco propolizadora a pesar de su gran capacidad de adaptación a todos los climas.
En definitiva a la hora de elegir debemos tener en cuenta la adaptación de la raza a nuestra zona de producción.

Helianthus tuberosus

Método de recolección.
Raspado
Tradicionalmente se ha venido utilizando el sistema de raspado de cabezales, cajones, etc. Este método es cada vez más desaconsejable, debido a que el propóleo contiene mayores impurezas y posibles contaminantes (resultados de algunos estudios realizados sobre calidad desaconsejan este método de extracción).
Cuando se procede a recolectar propóleos por la técnica del raspado, es conveniente emplear elementos o espátulas de poco filo y de acero inoxidable; cuando se emplean elementos de hierro, este componente forma complejos con los principios activos del propóleos, disminuyendo su calidad.
También es importante tener en cuenta la ubicación del mismo en la colmena: el propóleos de piquera, a pesar de su fácil obtención y acceso, es un propóleos que ha perdido gran parte de sus propiedades, ya que al estar expuesto al medio ambiente, la acción del aire y el sol produce oxidaciones que disminuyen su calidad. También el propóleos de techo suele estar acompañado de mucha cera, mientras el propóleos de piso, contiene demasiadas impurezas.
Es conveniente tomar el propóleos depositado en las paredes internas de la colmena o de los laterales y cabezales de los cuadros, ya que poseen mayor concentración de resinas y se encuentra mas protegido.
Nunca raspar en las zonas donde haya pintura sobre la madera, ya que contaminaría el producto. 

Mallas

La recolección debe ser efectuada mediante el empleo de mallas que optimicen el proceso y garanticen la obtención de un producto exento de impurezas y contaminantes. 
Podemos optar entonces por el uso de mallas matrizadas plásticas en espacios de 4,5 mm. fabricadas específicamente para el almacenamiento de propóleos; éstas se utilizan sobre los cabezales de los cuadros debajo de la entretapa de la colmena. O bien la típica tela mosquitera plástica que tiene el mismo resultado (en pruebas realizadas en Argentina no se ha encontrado diferencias de rendimiento entre una y otra.).
Este último tipo de trampa es el más empleado en Argentina , se ubica igualmente en la parte superior de la última alza, por debajo del techo. Como la abeja propolizará los espacios intermarcos (refiriéndonos a colmenas Dadant o Langstroth) es bueno cortar la malla un poco mas ancha de la superficie de la colmena de modo que cuando sellen los primeros espacios podamos correrla y así completar toda su superficie. Es ideal contar con dos mallas por colmena para así efectuar el intercambio cuando realizamos la recolección. Sobre todo si no volveremos al colmenar por unos días.
La producción con mallas tiene la ventaja de no producir ninguna modificación en el resto de las producciones de la colmena, invitando a la abeja a propolizar sin alterar el funcionamiento normal de la misma. Con él contamos además con el propóleos suficiente para su protección y además un excedente para nuestra producción de mayor calidad. 


Colector Inteligente de Propóleos.

En las últimas campañas se ha puesto en funcionamiento en Argentina y Brasil un nuevo sistema de recolección, el llamado C.I.P. (colector inteligente de propóleos). 
Se trata, a grandes rasgos, de un dispositivo en forma de cajón del tamaño de la colmena pero cuyos laterales no son tablas de madera, sino un juego de listones de madera y “guías” móviles (con espacios para la propolización). El propóleo se 
recoge de las aberturas mediante un cuchillo bien afilado o un punzón y a medida que éstas se van llenando se transfieren las guías (llevan un dispositivo de protección contra el sol y la lluvia). El CPI se puede colocar en sustitución de la cámara de cría, transfiriendo los cuadros, o bien sobre el mismo sustituyendo la primera alza.
A pesar de ser un dispositivo diseñado para producir propóleos en gran cantidad, algunas experiencias han mostrado efectos contrarios, las cosechas han sido bajas y se ha producido una importante pérdida de colmenas.
Para que funcione correctamente es necesario unas condiciones óptimas; es decir, contar con la abeja apropiada en la zona apropiada y con mucha oferta de propóleos. Por ejemplo, en abeja italiana utilizando el C.I.P. se ha visto en diversas situaciones que la estresa terriblemente y emigra.
El problema de este tipo de colectores o sistemas radica en la intención por parte del apicultor de obligar o forzar a la abeja a propolizar; sumándose a ello la baja calidad de propóleos obtenido debido a la permanente exposición del mismo al medio ambiente (a pesar de las protecciones), donde sufre deterioros por acción de la luz, aire y temperaturas. En este sentido es indiscutible la mejor calidad de propóleos del interior de la colmena.
Esta claro que al obligar a propolizar sacrificaremos sin lugar a dudas nuestra producción de miel y cera, lo cual va en contra de la formación o enseñanza apícola que hemos recibido. En definitiva pensando como apicultor y defensor de nuestras abejas, considero importante la actitud de invitar en lugar de obligar a nuestras abejas a propolizar. 

Higiene y sanidad.

En cuanto al manejo adecuado de las colmenas que vamos a elegir para producir propóleos, es de suma importancia que se trate de colonias sanas y fuertes a los efectos de no tener que recurrir a curas con productos que generen residuos tóxicos. 
Hay que tener en cuenta entonces los programas de tratamientos contra Varroa, loque, etc. para compaginarlos con la producción de propóleos. En Argentina, por ejemplo, al final de la temporada es cuando se produce la mayor entrada de propóleos y será necesario entonces evitar el tratamiento con oxitetraciclina Este es un gran problema al que se enfrenta el apicultor que trabaja la colmena de acuerdo a las necesidades para la producción de miel.

abeja de la miel salvaje 2

Recolección, almacenado y conservación.
En la manipulación del propóleos es importante cuidar del mismo cuando abrimos la colmena y retiramos la malla para hacer una revisión o bien la cosecha de miel. En este último caso, debemos tratar de no exponer la malla mucho tiempo al sol y lo que es fundamental, el cuidado al usar la bufadora para retirar a las abejas del alza melaria o piso, por posibles residuos de plomo que pueden producir las emanaciones del motor que llevamos como mochila. Será conveniente pues disponer de bandejas de plástico o de madera para depositar las mallas, tanto en las inspecciones como en las operaciones de recogida de las mallas.
La recolección, sobre todo en el caso del raspado, se deberá hacer con las manos y las espátulas limpias de restos de miel, tierra,… o cualquier otra sustancia que pueda contaminarlo. 
Evitar en el momento de recoger el producto hacer grandes “bolas” de propóleos, que además de compactarlo y perder así calidad, hacen más difícil su posterior manipulación.
Una vez cosechado debe ser guardado en envases (de cartón, vidrio o plástico atóxico; evitar ubicarlo en envases de metal), que lo protejan de los gases de combustión del vehículo empleado para su traslado, del polvo y humedad ambiente y del sol.
Una vez en casa, procedemos a enrollar las mallas tipo diplomas y disponerlas dentro del congelador o freezer por espacio de 1 o 2 horas. En este lapso de tiempo el propóleos habrá obtenido un consistencia tal que al desenrollar las mallas se desprenderá de las mismas con gran facilidad.
Una vez obtenido el propóleos bruto es conveniente no apelmazarlo, para lo cual se recomienda no embalar mas de un kilogramo por partida.
Recordemos una vez más que debemos tener en cuenta protegerlo contra: la 
absorción de humedad (la humedad excesiva en el propóleos, favorece el desarrollo de algunas especies de hongos (Aspergillus, Penicillium), en la superficie del mismo, lo que se manifiesta por la presencia de capas blancas y verdosas; estos hongos pueden generar toxinas que son perjudiciales para la salud) ; la temperatura ambiente excesiva; el contacto con el aire y la acción de la luz, (sobre todo radiación UV) y el ataque de insectos. Por todo ello lo conveniente sería almacenarlo en frascos de vidrio de color ámbar de preferencia a las bolsas de polietileno. Pero una opción aceptable son las bandejitas plásticas que se utilizan para productos alimenticios. No se debe envasar en cajas o envases que hayan contenido otros productos, (y menos si son pesticidas, plaguicidas, productos químicos, etc.), que pueden contaminar el propóleos. También se debe evitar emplear bolsas de polietileno con inscripciones, cuya tinta contenga metales pesados que pueden incorporarse al propóleos.
Los locales deben estar limpios, ventilados, libres de roedores e insectos, etc. 
La temperatura idónea para su conservación es de 15º C, a fin de evitar las pérdidas de los componentes volátiles del mismo que contribuyen a sus propiedades.
Hay que tener en cuenta que el propóleo cosechado con exceso de cera, favorece el desarrollo de la polilla de la cera, lo que deteriora el producto. Al respecto, es necesario colocar el propóleos por 48 horas a –15ºC antes de envasarlo, para degradar los huevos de la polilla.
Resumiendo: su almacenamiento debe realizarse en un lugar seco, fresco y oscuro teniendo en cuenta los detalles antes descritos.

autor. 
C. Jürgens.Perito apicultor.

LOS PROPOLEOS

 Los propóleos
El propóleo presenta una consistencia variable, dependiendo de su origen y de la temperatura. Hasta los 15°C. es duro y se torna mas maleable a medida que aumenta la temperatura. Su punto de fusión varía entre 60 a 70 °C, llegando en algunos casos hasta 100°C. Su color también es variable, de amarillo claro a marrón oscuro, pasando por una gran cantidad de tonos castaño.


Apis mellifera colecta resinas a partir de las yemas según sean sus necesidades y a partir de especies botánicas determinadas, luego de mezclarlas con otros agentes como polen y enzimas, procede a la elaboración del propóleo final. Materia resinosa, rojiza o parda, que emplean para tapar y reparar las grietas de la colmena y protegerla mejor de la intemperie, en este proceso intervienen enzimas de las glándulas de Apis mellifera, para evitar su adherencia. En la colmena con la carga, otras obreras le ayudan a descargar el própolis, misión que llega a durar varias horas. Si el material no es bastante maleable, la abeja colectora se instala en la piquera, donde espera a que el calor del sol ablande la carga y pueda desprenderse mejor de ella. El producto presenta como se sabe propiedades bacteriostáticas, antifungicas, anestésicas y cicatrizantes. Su composición es compleja, se han identificado cerca de 200 compuestos diferentes. La cosecha puede variar entre 100g y 400g por colmena y año. Actualmente utilizamos el propóleos por sus propiedades cicatrizantes particularmente en dermatología aunque todavía se busca conocer sus posibilidades.

  Cosecha de propóleos
La recolección de los propóleos ha sido realizada casi siempre por simple raspado de los cuadros, método bastante engorroso. En el mercado existen rejillas para su recolección de propóleos que se colocan debajo de la tapa y que consisten en una lámina plástica con ranuras que las abejas se apresuran a rellenar con propóleos, lo que permite su fácil retirada y recolección. Posteriormente se congelan y una simple presión sobre las mismas permitirá que los propóleos se desprendan de las ranuras.
Se ha experimentado con éxito el empleo de mallas plásticas. El método consiste en cortar secciones de la malla del tamaño de la superficie de la colmena y colocarlos sobre la última alza, retirándolas y congelándolas también, sus defensores alegan que además de ser más económicas es más duradera ya que no se parte por los sucesivos cambios de temperatura a que es sometida. EL congelado se realiza durante 1 ó 2 horas. No todas las variedades de abejas propolizan con la misma intensidad, una misma colmena propolizará diferentes cantidades en distintas épocas y aún puede haber diferencias en las cantidades producidas en cada año, pues las abejas trabajan según sus necesidades y posibilidades. La apariencia externa de los propóleos puede variar de una extracción a otra, vale indicar que los propóleos sólo pueden retirarse de las col mellas cuando se cosechen por medio de raspado dos veces al año, esto por razones de protección de la misma colmena.
 Elaboración y transformación



Los propóleos como todos los productos de la colmena, deben colectarse en lugares preferentemente limpios, manipulándolos con la máxima higiene, dentro de las operaciones de elaboración se debe considerar la fase que realiza Apis mellifera, a la cual prosigue la intervención del apicultor y finalmente la industria que realiza la transformación. La cantidad de propóleo recogida por A. mellifera, varia según sea la raza conforme a la flora disponible. En condiciones de explotación establecidas en bosques naturales, las abejas acumulan más propóleo respecto de aquellas establecidas en zonas de cultivo intensivo; en condiciones tropicales las abejas africanizadas propolizan durante todo el año, intensificándose su actividad en los periodos preliminares a las condiciones de helada que suelen afectar las zonas interandinas de alta montaña, aunque en valles intertropicales se presenta el mismo fenómeno. Una vez colectados deben almacenarse en frascos de vidrio y de preferencia a las bolsas de polietileno, aunque los apicultores por comodidad usan las bolsas, se sugiere no embalar más de un kilogramo para facilitar su análisis posterior. Su temperatura de conservación idónea es 15°C, a más de 20°C comienza a desactivarse y permite la reproducción de algunos parásitos. No deben emplearse nunca propóleos que tengan más de un año, pues su actividad biológica comienza a decrecer. La cantidad de propóleos va a estar básicamente determinada por la cantidad de principios activos que puedan extraerse de ellos. Una forma simple de determinar la calidad de una muestra consiste en oprimir una pequeña parte entre los dedos índice y pulgar, si sentimos consistencia terrosa la muestra es de poca calidad por la presencia de un exceso de mezclas mecánicas, si es demasiado maleable tendrá una cantidad excesiva de cera por lo tanto su calidad será también inferior. En ningún caso deberá colectarse el propóleo a partir de chapas o superficies metálicas, el carácter acido del, producto por lo general ha permitido la reacción de dicha superficie induciendo concentraciones indeseables. En Colombia el precio del producto es del orden de los 10 dólares el Kilo pero dependiendo de la calidad y procedencia puede lograr precios hasta de 15 dólares.


 Análisis y control de calidad
Un análisis primario de cualquier muestra de propóleos permitirá determinar en líneas generales la presencia cera, que siempre estará íntimamente mezclada a los mismos, en proporciones relativamente altas (20-30%). Las muestras obtenidas por raspado de cuadros presentan mayores cantidades, resinas y bálsamos aromáticos (40-50%), aceites esenciales (5-10%), polen (4-5%) y mezclas mecánicas (10-30%), que se encuentran en los propóleos empleados con fines constructivos, donde al parecer han sido acondicionados para aumentar su consistencia.
La cera y las mezclas mecánicas constituyen casi siempre entre el 40 al 50% de la masa total, no habiéndose podido demostrar su actividad terapéutica; se debe señalar que los micro elementos detectados se encuentran en su mayor parte en las mezclas mecánicas, siendo precisamente el resto lo que corresponde a la parte biológicamente activa, la calidad de los propóleos estará determinada por su presencia y será inversamente proporcional a las cantidades de materias insolubles. Dos tercios de la materia activa corresponden a los poli fenoles de ácidos aromáticos y el resto estará compuesto principalmente por compuesto isoprenoideos. Dependiendo del origen vegetal puede presentar color pardo a negro. Su olor también es muy variable, generalmente es agradable, y en algunos casos recuerda a su origen vegetal, mientras que en otros casos posee olor predominante a cera.

Análisis Parámetros
Análisis macroscópicos Aspectos generales relativos a la textura, dureza, gomosidad, residuos de la colmena, astillas, residuos de abejas muertas, presencia de moho, presentación global, densidad.consistencia.
Análisis sensorial Aroma, color de la masa global, sabor, textura, aspecto
Análisis Químicos Masa mecánica total, Contenido de cera, solubles e insolubles en etanol, Humedad, sólidos fijos, actividad reductora, contenido de, fenoles totales, flavonoides e Isoflavonoides, espectro electrónico. Color de la solución alcohólica 0.5ml en 1000 partes de alcohol (Técnica del triestímulo).

Microbiológicos
Actividad biológica Presencia de hongos, coliformes totales. Mesófilos totales. Actividad biológica frente a S.aureus o E.coli, bajo condiciones específicas.
Determinaciones especificas para el contenido de polen y componentes específicos se realizan conforme a los métodos descritos en la literatura, como es el caso de ácidos grasos, alcoholes superiores en cera, por cromatografía de gases, siguiendo reacciones de hidrólisis y derivatización, contenido de flavonoides por cromatografía liquida de alta eficiencia (HPLC) entre otros, en este sentido han de considerarse los métodos establecidos en el manual analítico de la AOAC.
Los componentes identificados en las muestras de propóleos analizados permiten establecer relaciones directas con las propiedades medicinales que se le han atribuido, pues cada uno de los elementos aislados, tiene probadas actividades ya conocidas en la medicina alopática.
La actividad biológica de los propóleos permitirá clasificarlos como productos bioactivos capaces de establecer múltiples combinaciones sinergizándose entre sí. Siendo destacable que las sustancias acompañantes asocian estos componentes a través de enlaces polares y puentes de hidrógeno, asegurándoles protección química, una permeabilidad incrementada y un fortalecimiento de las actividades farmacodinámicas. Estas propiedades y características generan valores agregados a los propóleos provenientes de zonas geográficas definidas y a partir de flora específica. Se debe hacer énfasis en la composición química, solo así se podrá explicar algunas de estas propiedades. Los componentes de los propóleos dentro de la actividad farmacodinámica, contribuyen a la curación de anemias e incrementan las capacidades inmunológicas, reestructurando las alteraciones funcionales. Las propiedades antioxidantes estarán justificando por si solas las demás propiedades atribuidas a los propóleos, van a estar determinadas principalmente por la formación de ésteres del ácido benzoico, los de ácido fenilcarbónico del tipo anisado y los flavonoides con un nivel de oscilación de sus anillos aromáticos muy significativo. Todos los elementos aislados en los propóleos tienen en mayor o menor grado propiedades antibióticas. Estas actividades se potencian por la probada estabilización inmunológica del producto. El ácido benzóico y sus derivados así como la sacranetina y los estalibdenos tienen propiedades antimicóticas muy conocidas. Los radicales bencílicos y el acetoxibetunol tienen reconocidas propiedades antiparasitarias, influyendo en el metabolismo de numerosas especies la capacidad de inducir la fosforilización de oxidación. La presencia de ácidos grasos polinsaturados justificaría por sí sola las propiedades anticolesterolémicas. Este factor anterior y la presencia de zinc, magnesio y potasio pueden ayudar a disminuir la fragilidad capilar y controlar la tensión arterial tanto sistólica como distólica. Podríamos agregar que los propóleos tienen una marcada acción sobre el sistema neurovegetativo, determinada por la estimulación del efecto de la acetilcolina, especialmente sobre las estructuras colinérgicas, normalizando entre otros factores el peristaltismo intestinal. Mejora el esmalte de los dientes e impide la formación de canes dentales. Es espectacular su acción germicida y antinflamatoria en los pacientes afectados de gingivitis tratados con propóleos.



Consideraciones clínicas asociadas al uso de los propóleos
Alergología Asma bronquial; inmunodepresiones con manifestaciones alérgicas; dermatitis alérgica; neurodermatitis; rinofaringitis-laringitis alérgicas.
Angiología Ulcera en las extremidades inferiores de causa vascular
Colonproctología Hemorroides; fístulas anales y perianales; colitis ulcerativa.
Dermatología Acné; dermatitis seborreica; psoriasis; verrugas vulgares; verrugas plantares; condilonas; epiteliomas; pitiriasis; micosis; vitiligo.
Endocrinología Hipercolesterolemias; hipertriglicerclemias
Estomatología Gingivitis; alveolitis
Gastroenterología Parositósis, especialmente Giardiasi; úlceras pépticas; gastritis
Geriatría Ulceras decúbito
Inmunología Iinmunodepresiones
Oftalmología Conjuntivitis virales, bacterianas y alérgicas
Otorrinolaringología Rinitis bacteriana, viral y alérgica; faringitis y laringitis; post-operatorio de extirpación de pólipos nasales; hemostático en amigdolectomía.
Otros Artritis reumatoidea , osteomielitis, micosis vaginal; parasitosis; paiplomatosis, heridas sépticas de difícil cicatrización. lupus eritematoso, estrés; neurosis; demencia senil
En todas las especialidades los resultados clínicos corroboran más de un 80% de efectividad, siendo en algunas de ellas superiores a 90%. En los estudios contra testigo las evoluciones fueron iguales o superiores en los pacientes tratados con propóleos.



  Operaciones de transformación

En el caso de las mieles propolizadas y enriquecidas por ejemplo, el proceso se inicia con la recolección de las materias primas en los apiarios y el bosque (para el caso del eucalipto), las partes aéreas de la planta se envasan usando bolsas plásticas de polietileno de alta densidad y se disponen en canecas plásticas para su transporte hasta la planta de proceso.
En la planta se revisan las materias primas en el momento del descargue, estas se indexan en los libros de ingreso de materia, donde se les asignan códigos de identificación según sea su procedencia. Una vez registrada y almacenada se procede a la selección y control de calidad conforme a los requerimientos del proceso, para ello se realizan los análisis correspondientes.
Uno de loa primeras etapas del proceso propiamente dicho en la elaboración del jarabe, consiste en la filtración y homogenización de la miel, al cual prosigue la adición del eucalipto y solución alcohólica de propóleo, realizando los controles de tiempo y temperatura para el proceso. Una vez finalizada la fase de mezcla se procede a la homogenización mecánica de los componentes del nuevo producto, es decir el jarabe de miel propolizado, luego se adelantan las operaciones de envasado, previo control de la calidad de los envases . Este procedimiento se conlleva condiciones de esterilización. Una vez empacados se sellan herméticamente y se encasillas en las bodegas del almacén para ser registrados en los libros de existencias e inventarios del producto. Otras operaciones asociadas a productos análogos se muestra en la figura 3 incluyendo las condiciones de cosecha a nivel de campo con revisión periódica de las colmenas.

COMPOSICIÓN QUÍMICA DE LA MIEL




La miel es un fluido dulce y viscoso producido por las abejas a partir del néctar de las flores o de secreciones de partes vivas de plantas o de excreciones de insectos chupadores de plantas. Las abejas lo recogen, transforman y combinan con la enzima invertasa que contiene la saliva de las abejas y lo almacenan en los panales donde madura.


La intervención del hombre en el proceso de explotación de los panales de la colmena es conocida como apicultura.
Las características físicas, químicas y organolépticas de la miel vienen determinadas por el tipo de néctar que recogen las abejas.
El origen botánico de las mieles define también la mayor o menor facilidad de éstas a cristalizar.
La producción mundial media de miel es aproximadamente de 1 200 000 tn, y cerca de la mitad de ésta entra en los circuitos internacionales de comercio. Los principales países productores y exportadores son China, Argentina, España, México, Canadá, Hungría y Australia. Es difícil establecer un ranking de naciones, pues sus niveles de producción son muy diferentes. Los principales importadores a nivel mundial son la Unión Europea y Estados Unidos.


La miel tiene cualidades reconocidas y utilizadas por los seres humanos desde tiempos remotos, como alimento y para endulzar, con un poder mayor que el de la caña de azúcar.
Existen diversas referencias históricas a esta sustancia. Además de las citas bíblicas, muchos otros pueblos, como los antiguos egipcios o los griegos, por ejemplo, se referían a la miel como un producto sagrado, llegando a servir como forma de pagar los impuestos. En excavaciones egipcias con más de 2000 años fueron encontradas muestras de miel perfectamente conservadas en vasijas ligeramente tapadas que aún eran comestibles y solamente tenían que calentarla. También existen registros prehistóricos en pinturas rupestres de la utilización de la miel.
Según su origen vegetal, se diferencia entre:
  • Miel de flores: la producida por las abejas a partir del néctar de las flores. Se distinguen muchas variedades:
    • monofloral: predominio del néctar de una especie. Las más usuales son de castañoromeroUlmotomillobrezonaranjo o azahartiloacaciaeucaliptolavanda o cantuesozarzamoraalfalfa, etcétera.
    • multifloral («varias flores»): del néctar de varias especies vegetales diferentes, y en proporciones muy variables.
    • de la sierra o de montaña, y del desierto (varadulce, mezquite, gatun y eltata), que son tipos especiales de mil flores.
  • Miel de mielada o mielatorocío de mielmiel de rocío o miel de bosque: es la producida por las abejas a partir de las secreciones dulces de áfidos pulgonescochinillas y otros insectos chupadores de savia, normalmente de pinosabetosencinasalcornoques y otras plantas arbustivas. Suele ser menos dulce, de color muy oscuro, se solidifica con dificultad, y no es raro que exhiba olor y sabor especiados, resinosos. La miel de mielato procedente de pinares tiene un peculiar sabor a pino, y es apreciada por su uso medicinal en Europa y Turquía.
La miel de flores es transparente y se solidifica con el tiempo dependiendo de su procedencia vegetal y de la temperatura. Por debajo de 14 °C se acelera el proceso de solidificación. Las mieles de brezo se endurecen muy pronto y las de castaño tardan mucho.


El estudio del polen en la miel virgen (melisopalinología) permite determinar su origen floral. Dado que las partículas de polen están electrostáticamente cargadas y atraen otras partículas, las técnicas usadas en la melisopalinología pueden usarse en estudios medioambientales de partículas radiactivaspolvo o contaminación.
Un efecto secundario de la recolección del néctar y el polen para la producción de miel es la polinización, que es crucial para la reproducción de las plantas con flores.
Los componentes más usuales de la miel se muestran en la siguiente tabla:
componenterangocontenido típico
agua14 - 22 %18%
fructosa28 - 44 %38%
glucosa22 - 40 %31%
sacarosa0,2 - 7 %1%
maltosa2 - 16 %7,5%
otros azúcares0,1 - 8 %5%
proteínas y aminoácidos0,2 - 2 % 
vitaminasenzimashormonas
ácidos orgánicos y otros
0,5 - 1 % 
minerales0,5 - 1,5 % 
cenizas0,2 - 1,0 % 
La falta de humedad es una condición fundamental para la conservación de la miel. Mientras el porcentaje de humedad permanezca por debajo de 18 % nada podrá crecer en ella. Por encima de ese valor pueden aparecer procesos fermentativos.
El contenido en minerales es muy pequeño. Los más frecuentes son calcio, cobre, hierro, magnesio, manganeso, zinc, fósforo y potasio. Están presentes también alrededor de la mitad de los aminoácidos existentes, ácidos orgánicos (ácido acético, ácido cítrico, entre otros) y vitaminas del complejo B, vitamina C, D y E. La miel posee también una variedad considerable de antioxidantes (flavonoides y fenólicos).