La cera de abejas es un producto valioso que puede proporcionar un ingreso extra para el productor.
Además, a diferencia de la miel, al no ser un producto meramente alimenticio no requiere un cuidadoso embalaje, lo cual simplifica el almacenamiento y transporte.
Algunos países de África como Etiopía y Angola, manejan una interesante exportación de cera, mientras que en otros el comercio se descuida e incluso el producto es directamente tirado.
Es imposible dar estadísticas concretas, pero según estimaciones de especialistas, apenas la mitad de la producción mundial de cera ingresa al mercado, el resto se desecha y se pierde.
¿Qué es la cera?
La cera de abejas es la sustancia cremosa utilizada por las abejas para construir el peine que forma la estructura de su nido. Es totalmente blanca debido a su pureza, pero la presencia de polen y otras sustancias le aportan una tonalidad amarillenta.
Cada especie produce un tipo diferente, la producida por las especies asiáticas es conocida como cera Ghedda, y se diferencia en las propiedades químicas y físicas de la que produce la Apis mellifera, y es menos ácida.
Además, las ceras puras de diferentes especies de abejas sin aguijón son también muy diferentes. Son mucho más oscuras (marrón oscuro), y cuando se calienta se extiende sin romperse.
Producción de cera
La cera es producida por las obreras jóvenes. Es secretada como un líquido a partir de cuatro pares de glándulas de cera en la superficie ventral de los Tergitos abdominales (placas en la parte inferior del cuerpo de una abeja). El líquido se extiende sobre la superficie de estas placas y, en contacto con el aire, la cera se endurece.
Una abeja obrera produce ocho escalas de cera cada 12 horas. El tamaño de las glándulas de cera depende de la edad del trabajador. Están en su mayor tamaño cuando la abeja es de aproximadamente 12 días de edad y el deterioro es constante después de los 18 días hasta el final de su vida.
Alrededor de un millón de estas escalas de cera se necesitan para hacer un kilogramo de cera.
Las abejas son estimuladas para producir cera cuando hay un excedente de miel para ser almacenado y una falta de nido de abeja en la cual almacenarla. Alrededor de ocho kilos de miel son consumidos por las abejas para producir un kilo de cera.
Panal
El panal proporciona la estructura de la casa de las abejas, que se utiliza para todas las funciones de almacenamiento necesarias.
El peine tiene una sección transversal hexagonal. Esta forma es creada por la abeja obrera mediante sus antenas para mantener la forma de cada celda durante su construcción. La forma y dimensiones de las celdas en peine permiten optimizar la relación de tamaño a la fuerza de los materiales utilizados en su construcción.
Sólo cuando la temperatura interior de la colmena supera los 35 grados centígrados, la cera comenzará a ablandarse y fundirse, y los peines a perder su fuerza y puede colapsar.
Espacio de tránsito
En las especies de abejas cuyas colonias tienen varios peines, los mismos están separados a una distancia precisa que permite a las abejas trabajar en los panales, para moverse entre ellos, y mantener la temperatura.
Por lo tanto, en los marcos de las colmenas los cuadros deben estar espaciados a la misma distancia que los peines en un nido natural. La distancia entre el centro de un peine hasta el centro del siguiente también varía entre las diferentes razas de abejas: por ejemplo, el espacio es de alrededor de dos milímetros más pequeño en los panales de africanizadas en comparación con las razas europeas.
En peines construidos de forma natural, la dimensión de las celdas también varía según la especie y raza de abejas.
Normas generales al trabajar con cera de abejas
La cera de abejas nunca se debe calentar con una llama directa: siempre calentarlo en un recipiente con agua. La misma se funde entre los 62 y 65 grados, mientras que el calentamiento por encima de 85 grados causa la decoloración. Si la cera de abejas se calienta a una temperatura tal que se quema se desperdicia por completo.
Cuando se trabaja con cera se recomienda usar agua de lluvia ya que es limpia y suave.
La cera de abejas es ligeramente ácida y recipientes hechos de aluminio, latón, cobre, zinc, estaño, hojalata o hierro no deben ser utilizados con cera de abeja, ya que la misma se mancha.
Los materiales adecuados para usar cuando se trabaja con cera de abejas son contenedores hechos de esmalte, acero inoxidable, níquel, o de plástico.
Independientemente del sistema utilizado, la cera recuperada contendrá numerosas impurezas. Debido a la diferencia de densidad entre la cera y el agua, la cera se elevará a la superficie del agua y las impurezas serán atrapados debajo de ella. Si la cera de abejas se enfría demasiado rápido, una gran cantidad de estas impurezas y el agua serán atrapadas dentro de la cera.
Para obtener la cera más pura, la misma debe enfriarse lo más lentamente posible.
Una manera fácil de ralentizar el proceso de enfriamiento es colocar en un cubo con agua la cera dentro de una caja de conservación de calor cubierta con una gruesa tapa. Una vez que la cera se ha asentado y enfriado por completo, el bloque está listo para sacar del molde.
Contaminación
La utilización de láminas de cera estampada es una práctica indispensable de manejo en el ámbito de la apicultura comercial, ya sea convencional o ecológica/orgánica. Como elemento vital para el enjambre, los panales de cera actúan como almacén y soporte de alimentos para las abejas y donde alojar su cría y descendencia. La acumulación de residuos químicos en altas o bajas cantidades y elevada frecuencia en los mismos es la tónica actual en el panorama de la cera de abejas. Este hecho se agrava a medida que trascurre el tiempo, a través del proceso de reciclado y reutilización de la misma, debido al carácter liposoluble de los compuestos y al fenómeno de acumulación que tiene lugar, avocando a la industria de la cera y a los apicultores a un callejón sin salida. Debido a esta acumulación, se produce, en el interior de la colmena, un estrecho, íntimo y directo contacto entre cera contaminada con residuos químicos y alimentos almacenados por las abejas (miel y polen), así como entre dicha cera y sus residuos con las larvas en sus distintas etapas de desarrollo.
Métodos para determinar adulteraciones
Hay diferentes métodos para verificar si existe adulteración en la cera. A continuación se presentan.
Adulteraciones generales
Primer método: Se toma de medio a un gramo de cera y se funde en un tubo de ensayo, se vierte sobre un vidrio de reloj y se deja estar 24 horas a temperatura ambiente. Al cabo de este tiempo se toma la cera entre los dedos índice y pulgar y se hace con ella una bola que se aprieta y redondea como si se tratara de hacer una píldora.
La muestra de cera pura de abejas es fácilmente moldeable con el calor de la mano; una vez trabajada es ligeramente pegajosa, aunque los dedos no se manchen o se pongan aceitosos, y tiene un aspecto homogéneo, transparente y sin brillo.
Segundo Método: Poner una muestra de cera, no superior a una cucharada sopera, a hervir en un litro de agua por 15 minutos; déjela enfriar y observe; si el agua ha tomado el color de la cera y flotan unos gránulos amarillos, entonces, la cera es pura. Por el contrario, si el agua presenta una nata muy fina y uniforme, es porque la cera fue adulterada.
Tercer Método: Consiste en hacer un tubito de papel, sumergirlo en cera derretida y cuando solidifique sumergirlo en un frasco con “bencina”, como ésta disuelve la cera dejando el papel limpio, aparece en el fondo del frasco un polvo blanco, que si es “fino y uniforme”; la cera es pura.
Adulteraciones con parafina
Primer Método: Se derrite la muestra de cera y en otro recipiente se disuelve soda cáustica con un poco de agua caliente para agregarla a la cera y colocarlas a hervir hasta que se mezclen bien. Dejamos enfriar y separamos con los dedos el jabón, detectando si es uniforme; por lo cual la cera es pura, pero, si se perciben pelotitas duras, es señal de que fue adulterada con parafina.
Segundo Método: Disolver a baño maría 5 gramos de cera con 25 ml de solución alcohólica de hidróxido de potasio (2 normal).
A esta mezcla homogénea agregarle 20 ml de glicerina caliente y enseguida adicionarle 100 ml de agua destilada bien caliente, mezclar bien y observarlo.
Si su aspecto es transparente al mirarlo a trasluz significa que es pura o al menos contiene menos del 10% de parafina, pero si la mezcla es turbia es porque tiene más del 10% de parafina