sábado, 29 de abril de 2017

RECAMBIO DE REINAS EN MOMENTOS DE CRISIS




En estado salvaje, la colonia de abejas melíferas realiza la sustitución de la reina a través de la enjambrazón y/o reemplazo de su reina. Algo similar ocurre en explotaciones extensivas, en ambientes con alto potencial.
En una explotación comercial intensiva surge la necesidad de dirigir la renovación periódica de las reinas en las colmenas. En la actualidad ante la pérdida de la biodiversidad, los efectos del cambio climático y el aumento de los costos relativos conocer, planificar y ejecutar el recambio de reinas adquiere mayor relevancia.

Para tener en cuenta
Tomando como referencia los datos de las inspecciones sanitarias realizadas a distintas empresas apícolas se puede concluir que, cuando no se cuenta con un programa de recambio sistemático de reinas, el apicultor tendrá, al menos, un 20% de sus colmenas improductivas en cada temporada.
Este porcentaje de colmenas incluye colmenas huérfanas y aquellas que reemplazan de manera natural sus reinas en el momento del principal flujo de néctar. En las situaciones antes mencionadas, estas colmenas tendrán una población notablemente inferior al resto del colmenar.
En la práctica estas situaciones ocurren al inicio del flujo principal de néctar, lo cual produce una notable disminución en la cantidad de miel cosechada.
A lo anterior se suma la cantidad de colmenas que se perderán durante la invernada y la mayor cantidad de colmenas huérfanas, dado que, de producirse la pérdida de reinas en el periodo invernal, la colmena no tiene forma de reponerla ya que no hay condiciones ambientales para que se pueda criar, y/o fecundar, una nueva reina.

El potencial de una reina, si se le brindan las condiciones óptimas para el desarrollo, se expresa a través de su postura. Para evaluarla observamos la cantidad y calidad de la postura en los panales de cría, esta debe ser uniforme y compacta (plancha de cría). Debemos recordar que sólo reinas de alta capacidad de postura serán capaces de lograr altas poblaciones al comenzar el flujo principal de néctar.
Generalmente una reina con mayor tasa de postura diaria, su vida útil será más corta. Entonces, en regiones subtropicales donde se dan mayor cantidad de ciclos de cría en el año, su vida productiva será más corta. Esto es en comparación con una reina que habite regiones templado-frías, con largos períodos de invernada.
Naturaleza de la explotación
Otra variable a considerar es la naturaleza de la explotación. Sobre este tema se distinguen dos tipos, apicultura fijista y apicultura migratoria. En este último caso aumentan los ciclos de cría.
Para apicultura en regiones subtropicales o planteos migratorios, el recambio de reinas debería hacerse anualmente. Para regiones de clima templado, con estación fría y fijistas, se podrá realizar el cambio cada dos años.

Introducción de reinas en las colmenas
En referencia a la introducción de reinas fecundadas podemos encontrar unos 200 métodos diferentes, sin que ninguno de ellos, por si solos, asegure una introducción exitosa.
Sin embargo, la información generada por una red de ensayos   nos permite afirmar que la aplicación de la metodología describiremos permitió obtener resultados satisfactorios en los sitios mencionados anteriormente.
Las colmenas productivas que reciben reinas fecundadas, deberán orfanizarse 48 horas antes. Al mismo tiempo se reducirá la población a no más de seis cuadros cubiertos por abejas y cuatro cuadros de cría, para tener la mejor relación crías/abejas. Las técnicas para esta reducción son el nucleado, el paqueteado, entre otras.
La cantidad de cuadros de cría remanente que se dejen en la colmenas al momento del recambio es el factor primario que determinara los días de evolución necesarios para alcanzar la población máxima de la colmenas. A mayor cantidad de cuadros de cría la colmena tardará menos días en alcanzar la población máxima.
Por otro lado al aumentar la cantidad de cuadros de cría disminuye la aceptación de las reinas introducidas. Este dato es especialmente importante cuando el recambio se efectúa previo al flujo principal de néctar. La jaula conteniendo la reina se colocará entre los cuadros con crías, orientando el "candy" hacia abajo, cuidando que no se deslice miel sobre la reina (por presión de la jaula).

La aceptación de las reinas fecundadas puede verificarse transcurridos siete días desde la introducción, mediante la observación del área de cría o su postura. De no observar lo anterior (y luego de asegurarse que la reinas fue liberada), se recomienda sacar los cuadros para buscar la reina.
En algunas ocasiones suele encontrarse una reina virgen existente previamente en la colmena que provocó el fracaso en la introducción. Ante esta situación proceda de la siguiente manera, mate la reina virgen y coloque una nueva  reina fecundada. Si se verifica que la colmena esta efectivamente huérfana y que mantienen las condiciones de equilibrio antes descriptas -existiendo cría abierta (larvas)- puede introducirse una nueva reina fecundada.
De no existir entrada de néctar, será imprescindible suplementar con jarabe de azúcar o de alta fructosa al momento de orfanizar y de introducir la celda real. La alimentación, con frecuencia semanal, se mantendrá hasta el inicio del flujo de néctar. Es Importante tener en cuenta que lo descripto anteriormente, no funcionará de igual manera en colmenas sufridas o que padezcan estrés alimentario.
Tampoco se obtendrá resultados satisfactorios en el recambio de reinas en colmenas que están con enfermedades como loque americana, cría yesificada o loque europea, altamente infestadas por varroa, con Nosemosis (que aumentan el reemplazos de reinas), colmenas despobladas y zanganeras. La mayoría de estas situaciones se producen en forma combinada, lo que potencia el problema y conlleva al aumento de las pérdidas.




En síntesis, el éxito de la introducción de reinas fecundadas en colmenas no depende de la aplicación de un método mágico, sino, por el contrario, se trata de un conjunto de factores relacionados entre sí que nos permitirán alcanzar la eficiencia en el proceso de recambio.

Fuente
Emilio Figini   veterinario.