lunes, 12 de diciembre de 2016

LA VENTILACIÓN DE LA COLMENA




La ventilación en las colmenas de abejas
Su importancia en la incubación de cría y el proceso de maduración de miel

 La intención que me motiva a escribir y difundir este folleto es compartir con los apicultores amigos la importancia de un concepto poco conocido y empleado en Guatemala: proveer ventilación a las colmenas.
Este folleto se complementa con otro similar: “Apuntes sobre el uso del piso de cedazo y el tablero alimentador / ventilador”. 



El concepto de ventilación adecuada requiere de accesorios adecuados, los cuales son muy simples y económicos. Los materiales de colmenas ( pisos, cajas y tapaderas) en mal estado dificultan un manejo adecuado, y muchas veces el apicultor recurre a prácticas inadecuadas para corregir la deficiencia de su equipo. Muchas veces los apicultores no consideran importante mantener sus materiales en buen estado, porque se tiene la creencia de que las abejas producen miel sin importar en qué condiciones vivan. Tal es el caso del uso generalizado de plástico sobre las cajas. Si bien es cierto que protege de la lluvia, ese argumento sólo es válido cuando las tapaderas no sirven. Sin embargo, el plástico produce un sello que impide cualquier ventilación, y crea charcos y espacios donde se crían desde hormigas hasta escorpiones.
Hay muchísimas innovaciones técnicas en equipos, diseñadas sobre todo para facilitarle el trabajo al apicultor. Cuando yo me estoy refiriendo a la ventilación, hago énfasis en principios físicos y biológicos elementales, con la intención de facilitarle el trabajo a las abejas.

El piso de cedazo y el tablero alimentador / ventilador son dos accesorios que ofrecen grandes ventajas a las colmenas de abejas, en su desarrollo y productividad. Obviamente hay una infinidad de factores que influyen en la productividad de una colonia, pero aquí solamente se hablará del tema de ventilación y su importancia en la incubación de la cría y el proceso de maduración de la miel.




El concepto de ventilar una colonia de abejas es ampliamente conocido y practicado en muchos lugares, por su demostrado efecto positivo en la salud de la colonia y la maduración de la miel. Muchos males comunes en la apicultura se resuelven con un adecuado manejo de la colmena, y la ventilación es una técnica muy sencilla, económica y que no requiere esfuerzo adicional de manipulación.

Por qué funciona el concepto de ventilación
A continuación se describe la importancia de la ventilación en la incubación de la cría y en la maduración de la miel. Las descripciones son realmente muy simples y hacen mucho sentido. Explicaciones de carácter científico abundan para respaldar por qué una colmena necesita ventilación, pero este folleto no es científico sino práctico y simple.

1. Incubación de cría

Una colonia de abejas es un grupo de insectos vivos. En el centro de la colonia, el nido, se concentra la producción de larvas, rodeada por panales con reservas de polen y miel.

La incubación de las larvas y pupas requiere de condiciones especiales de humedad y temperatura para su desarrollo saludable, además de la alimentación. Especialmente los huevos y larvas son sumamente vulnerables a cambios en su ambiente. Las pupas o cría sellada es un poco más tolerante a pequeños cambios.
Las abejas generan calor y humedad por su respiración y actividad física. La colonia es capaz de aumentar o disminuir la humedad y temperatura del nido para adecuarla al desarrollo de las crías.

Normalmente, una colonia necesita regular en el nido de cría una temperatura de unos 34 grados, con un nivel de humedad constante para impedir que las larvas se deshidraten. Estas condiciones adecuadas para incubación de crías deben ser independientes de las condiciones externas. Dentro de la misma colmena hay variaciones importantes de temperatura, siendo el área más crítica el centro del nido donde están las larvas.




Está muy demostrado que las abejas tienen una enorme habilidad para regular la temperatura del nido y mantenerla estable, aún cuando afuera las temperaturas sean muy drásticas. Es esta habilidad natural de las abejas lo que permite la crianza de abejas en lugares muy calientes y también muy fríos. Por otro lado, hay ciertas condiciones ambientales que se pueden dar en la colmena que son desfavorables para la incubación sana de larvas y pupas. Estas condiciones son:
a) calor excesivo
b) calor insuficiente
c) humedad excesiva
d) humedad insuficiente

Cuando se dan estas condiciones desfavorables, es difícil la incubación de las crías, y las abejas deben hacer un esfuerzo extraordinario para corregirlas todo el tiempo. Los apicultores generalmente no se dan cuenta que las abejas tienen dificultades, pero lo cierto es que este esfuerzo adicional puede llegar a ser tan grande, que obliga a la colonia a abandonar su nido. Aún cuando la colonia no abandone o enjambre, hay que tomar en cuenta que las abejas encargadas de hacer labores caseras (nodrizas, mieleras, limpiadoras, etc) deben distraerse para atender la “emergencia ambiental”, reduciendo su actividad productiva.
Una de las principales causas de enjambrazón es la saturación del espacio de la colmena, y la creciente dificultad para regular las condiciones ambientales. En nuestros apiarios, no son raros los días calurosos, combinados con lluvia, alta población de abejas y alta humedad relativa del ambiente.
En la época de verano, cuando las poblaciones crecen y el sol calienta, la ventilación de las colmenas es muy importante. Es cierto que el ambiente está más seco en los meses de verano (flujo principal de néctar), pero es también la época en que entra
néctar y los apicultores necesitan que se convierta en miel.




Además de provocar un esfuerzo adicional a las abejas, las condiciones desfavorables que se mencionaron pueden resultar muy favorables para el crecimiento de organismos malignos como hongos y bacterias, que no sólo perjudican a las abejas adultas y sus crías, sino que afectan también la madera de las colmena.

Normalmente, una caja de colmena protege a las abejas del ambiente exterior. Sin embargo, es importante que la misma caja ayude a las abejas a regular las condiciones internas de temperatura y humedad. Una caja muy hermética no favorece la ventilación, obligando a las abejas a crearla con su esfuerzo. El apicultor desea enormes poblaciones y gran actividad de acopio en verano, y debe asegurarse de que las abejas vivan y trabajen en un lugar lo más favorable posible para ellas, con tal de cosechar el mayor beneficio para él.

La manera más eficiente de ayudar a las abejas a lograr condiciones óptimas, es proveerles una entrada de aire fresco en la parte inferior, y una salida de aire caliente y muy húmedo en la parte superior, y el espacio suficiente para sus necesidades de cría y almacenaje.

Hoy en día es muy común colocar pisos de cedazo a las colmenas, a la vez que dejar rendijas entre las cajas y la tapadera. Las observaciones de muchos apicultores son que las colmenas mejoran en su desarrollo. Los pisos de cedazo, además de mejorar la ventilación, impiden que se acumule humedad y basura en las esquinas del piso, evitando la proliferación de bichos, entre ellos, las polillas de la cera, hormigas, cucarachas, cochinillas. En general, una colmena más seca es una colmena más sana.

La ventilación no se refiere a dejar aberturas grandes que faciliten el pillaje. La ventilación significa facilitar la salida de aire caliente, lo cual se logra con espacios muy pequeños. Algunas colmenas tienen una mayor tendencia a propolizar que otras, para cerrar espacios que no consideran apropiados.

Sin embargo, si algo no pueden hacer las abejas es abrir agujeros en las cajas para facilitar la evacuación de exceso de calor y humedad!! En este sentido, una tapadera “inteligente” es aquella que protege de sol y lluvia, a la vez que permite la salida del aire e impide el pillaje. El tablero alimentador / ventilador es un accesorio que se usa en combinación con una tapadera exterior. Su ventajas son muchas. Se describe en detalle en el folleto complementario.

Las condiciones desfavorables de temperatura y humedad son corregidas por las abejas instintivamente, con ciertas limitaciones. Normalmente las abejas se alojan en lugares que ofrezcan las condiciones básicas para sobrevivir y reproducirse. El apicultor necesita por lo tanto cooperar con ellas si pretende un alto rendimiento. 
Los cuadros siguiente ilustra estas situaciones :

Condición desfavorable: exceso o falta de calor y humedad

Cómo corrigen las abejas Cómo puede ayudar del apicultor Consecuencias por no corregir la situación

Cuando hay mucho calor

• las abejas se dispersan, llegando a salir de la colmena (barbas)
• abejas aletean en la piquera para hacer circular el aire caliente, e ingresar aire “fresco”
• las abejas traen agua y riegan gotas por los panales, para que la evaporación refresque el ambiente
• abandono de la colmena

• dar espacio suficiente para dispersar el calor y las abejas, agregando alzas
• abrir piquera, evitar que se tape de monte o basura
• colocar piso de cedazo fino
• proveer una salida de aire en la parte superior de la colmena
• procurar que exista una fuente de agua cerca
• colocar colmenas en media sombra
• pintar cajas de colores claros
• no poner tapaderas que aumenten el calor
• no exponer panales con cría al sol
 los panales se debilitan y deforman, llegando a romperse al sacarlos
 las abejas forman barbas en el exterior, abandonando labores caseras
 las abejas pueden abandonar la colmena o enjambrar
Cuando falta calor

• las abejas se amontonan para calentar el nido
• menos pecoreo
• las abejas propolizan aberturas


• quitar alzas vacías para que el calor se concentre
• quitar panales vacíos y
reducir el espacio que ocupa el núcleo
• no romper el nido poniendo panales vacíos
• evitar abrir las colmenas o exponer el nido
• la cría se enfría y muere (caso raro en los trópicos) siendo fuente de contaminación
• las abejas interrumpen
pecoreo para calentar nido
Cuando hay mucha humedad

• las abejas ventilan para sacar el aire saturado por la piquera y otras aberturas
• abandonan la colmena • proteger las cajas de entradas de agua
• evitar que las cajas absorban agua, pintándolas en el exterior
• colocar las colmenas en media sombra o al sol
• desbrozar área del apiario para que el aire circule
• la madera se pudre por hongos
• bichos invaden colonia
• la miel madura muy lentamente
• una población baja no puede compensar y se fermenta el polen
• proliferan hongos y se muere cría; síntomas se confunden con enfriamiento Cuando falta humedad




• las abejas riegan gotas de agua y ventilan para esparcir humedad
• proveer fuente de agua
• proveer media sombra
• cría se deshidrata y muere; síntomas se confunden con enfriamiento
En conclusión: es claro que la incubación de la cría es vital para la sobre vivencia de la colonia. Las abejas viviendo en condiciones desfavorables se debilitan y enferman, y tienen que hacer un gran esfuerzo por mantener un ambiente adecuado. La ventilación ayuda muchísimo a las abejas a mantener condiciones óptimas de incubación y maduración de la miel.
2. La maduración de la miel
El segundo tema de la importancia de la ventilación de las colmenas es su influencia en el proceso de maduración de la miel. Este tema es de mucha importancia para el apicultor, porque es allí donde radica parte del éxito de sus esfuerzos de todo un año. Por supuesto que no sólo la calidad de la miel es importante, sino su cantidad.
Actualmente los compradores de miel son muy exigentes con ciertas características, y el grado de humedad máximo permitido está siendo fijado alrededor de 18%. Aunque una miel con 19% de humedad sigue siendo tan buena como la de 18%, simplemente el comprador coloca sus términos y el apicultor debe cumplir con ellos para vender.

Veamos entonces cómo la ventilación es una herramienta muy útil en mejorar los resultados que el apicultor espera y merece.

Las abejas recolectan néctar de las flores para alimentarse. El néctar puede tener arriba de 80% de agua, lo cual significa que no se puede guardar tal como es en los panales, porque se fermenta rápidamente. Es por eso que las abejas le hacen un proceso muy especial para poderlo almacenar y que no se descomponga. Instintivamente las abejas saben que deben guardar comida para la época de escasez, pero también saben que deben tener reservas de comida disponibles todo el tiempo. Recordemos que las abejas recolectan, procesan y almacenan el néctar en forma de miel para ellas sobrevivir en época de escasez. Las condiciones adecuadas para que el néctar se estabilice y no se fermente en la colmena durante largos meses no son las mismas que las condiciones del mercado que los seres humanos hoy exigen. Es muy común que la miel almacenada en panales tenga un 19.5 % o más de humedad, sin pasar de un 21 %. Para las necesidades de las abejas, con eso basta.




La cantidad de agua que contiene el néctar es variable; mientras más agua contiene, mayor será el esfuerzo y tiempo que requiere “secarlo” o deshidratarlo.

La forma más fácil y rápida de evaporar agua del néctar es esparcirlo en pequeñas gotitas por las celdas de los panales, haciendo pasar cierta ventilación por ellos.
Si las abejas recogen mucho néctar pero tienen muy poco espacio de panal donde ponerlo, entonces tienden a llenar las celdas con néctar ralo y éste tarde mucho más tiempo en secarse hasta convertirse en miel. Por el contrario, cuando hay mucho espacio de panal libre, las abejas esparcen el néctar para acelerar el secado, y luego lo van juntando y concentrando en celdas hasta llenarlas de néctar “seco”, o sea miel.

Para las abejas es suficiente que el néctar baje a 20 % o 19 % de humedad, porque ya no fermenta y proceden a cubrirlo con opérculo de cera. La cera permite el paso de humedad, pero muy, muy despacio. Una vez que la miel está operculada, es muy difícil que siga perdiendo humedad en las condiciones ambientales naturales del apiario. Esto significa que el apicultor debe ayudar a la maduración rápida del néctar, para que el operculado se ponga cuando la miel está abajo del 18%.


Las abejas no van a impedir que el néctar pierda humedad de manera rápida y fácil dentro de la colmena, digamos hasta quedar en un 17 % o 18 %, pero tampoco se van a esforzar en ello. Por eso, un sistema de ventilación es una gran ayuda en el proceso.

Un ejemplo muy sencillo para apreciar la importancia de esparcir el néctar y ventilarlo es el siguiente: tomar un vaso de agua y regarlo por el piso; luego tomar otro vaso de agua igual y ponerlo en el piso. Cuál agua cree usted que se va a “secar” más rápido? La que está regada en el piso, o la que está dentro del vaso?
La respuesta es lógica: el agua regada por el piso se seca muco más rápido que adentro del vaso. Pues lo mismo sucede con el néctar esparcido por muchos panales, en comparación con celdas llenas en pocos panales.

Otro ejemplo que ilustra la importancia de la ventilación es cuando deseamos secar ropa en un ambiente encerrado y húmedo, en comparación con un ambiente ventilado y más seco. La ropa se secará más rápido en un ambiente seco y ventilado aunque la temperatura sea menor. El aire caliente del interior de la colmena atrapa mucha humedad hasta que ya no puede absorber más, y entonces lo que está húmedo (el néctar) ya no se seca con rapidez. Por esa razón es importante que el aire saturado salga y se reponga con aire fresco.




En resumen, son tres los factores que mayor impacto tienen en la evaporación del néctar dentro de la colmena:

1. El calor interior de la colmena
2. La ventilación
3. El espacio de panal disponible

Repetiré la relación que los tres factores guardan entre sí y su importancia como parte de un buen manejo apícola:


1. EL CALOR INTERIOR DE LA COLMENA

Ya se mencionó que las abejas tienen la habilidad de regular la temperatura de la colmena, principalmente para incubar las crías. La misma temperatura es adecuada para madurar la miel, aunque para esto la temperatura no es tan crítica. Cuando hay flujo de néctar, es también cuando mayor es la población de abejas adultas (o por lo menos eso quiere el apicultor). Una colmena poblada es una colmena que puede sufrir de calor, no sólo por la cantidad de abejas sino por la intensa actividad que realizan.
Aún en época de flujo, las abejas van a dejar de hacer otras cosas con tal de que las crías no se sobre-calienten. Esto significa que las abejas van a dejar de pecorear y trabajar en la casa (madurando miel) si el calor amenaza la sobre vivencia de las crías.

Proveer a la colmena con adecuada ventilación y espacio para dispersar el calor es vital. Aún por la noche, cuando todas las abejas están en la casa, la MADURACIÓN DEL NÉCTAR Y LA INCUBACIÓN DE LA CRÍA debe continuar.

La ventilación correcta de una colmena no pone en riesgo la temperatura vital del nido de cría, sino favorece la regulación del ambiente dentro de toda la colmena.

 2. LA VENTILACIÓN

Recordando el ejemplo del agua regada en el piso, qué cree usted que pasaría si ponemos un ventilador soplando sobre le agua? Se aceleraría el secado?

El néctar se seca muy despacio en un ambiente cargado de humedad, aunque exista ventilación y calor. El agua que se evapora del néctar se queda flotando en el ambiente. Mientras más calor hay, más húmedo puede estar el aire. El aire caliente tiende a subir; esta es una ley de física elemental.

Las colmenas en tiempo de floración normalmente tienen tres y hasta cuatro cajas. Es en la parte superior de estas cajas donde se acumula el calor y la humedad, pero es también en estas cajas donde se está secando el néctar. Requiere un enorme esfuerzo por parte de las abejas hacer bajar este aire cargado de humedad hasta la piquera!


Ventilación en la parte alta de la colmena ahorra mucho esfuerzo y acelera el secado del néctar, porque deja salir el aire cargado de humedad.

La ventilación correcta de una colmena no permite corrientes de aire que pongan en riesgo la incubación de la cría.



3. EL ESPACIO DE PANAL DISPONIBLE

Ya se mencionó que regar gotitas de néctar en una superficie grande acelera su secado. Cuando se colocan apenas unos pocos panales vacíos para acopio de néctar, cada celda recibe más cantidad de néctar recolectado y entonces se parece al ejemplo del vaso lleno de agua puesto en el piso. Si el apicultor puede colocar más panales a la vez, hay mejor oportunidad para que las abejas esparzan el néctar y se seque más rápido. Además, contar con bastante espacio vacío estimula a las abejas a recolectar con más intensidad. Ellas mismas se encargan de ir reuniendo el néctar esparcido cuando ya ha secado, para llenar celdas. Este proceso es parte de la manipulación que le da tanta riqueza nutricional a la miel.

Al mismo tiempo, el mayor espacio disponible ayuda a que la gran población se disperse dentro de la colonia aliviando el calor que generan para la incubación correcta de la cría.

Mayor espacio significa acelerar el secado y ayuda a regular el calor del nido.
Espacio y ventilación adecuados pueden acelerar la maduración varios días.

Bien cierto es que los panales ya labrados son un tesoro para el apicultor, porque iniciar siempre con cera estampada nueva es muy caro. Conservar y cuidar los panales es tan importante como cuidar del resto de materiales. Son una inversión y pueden dar muchos años de servicio en buen estado.

 Alejandro Nicol Pasch - Técnico en apicultura 

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