sábado, 17 de diciembre de 2016

LA VIDA DE LA ABEJA




El ciclo de vida de una abeja comienza cuando la reina de la colonia pone sus huevos dentro de las células individuales de un panal de cera.
Las reinas almacenan más de cinco millones de espermatozoides dentro de sus cuerpos, lo que les permite poner huevos durante toda su vida después de un único vuelo nupcial. Cuando los huevos eclosionan, los huevos que fueron fertilizados se convierten en obreras y lo huevos no fertilizados se convierten en zánganos (abejas machos). Es responsabilidad de la reina poner suficientes huevos fertilizados para producir una fuerza laboral que pueda sostener a la colonia.
Las abejas pasan a través de cuatro etapas de desarrollo: huevo, larva, pupa y adulto. Los huevos de las abejas miden aproximadamente un milímetro de largo. La reina examina sus huevos antes de ponerlos uno junto a otro en el centro de los panales de cera, con polen alrededor de ellos. Las reinas pueden poner hasta 2.000 huevos por día durante toda la primavera. En cuanto las reinas envejecen, el número de huevos que ponen disminuye significativamente. También pueden llegar a no ser capaces de colocar los huevos en proximidad a otros, lo que resulta en panales irregulares de cera.
Después de tres días, los huevos eclosionan en larvas que no tienen ojos, alas, patas o antenas. Algunas abejas de la colmena serán las responsables de alimentar a las larvas con una combinación de polen y miel. Seis días después de haber eclosionado como larvas, pasan a la tercera etapa de desarrollo: tejen capullos y permanecen en ellos por siete ó diez días más, al final de los cuales emergen como abejas adultas.  Como las hormigas, las abejas recién nacidas adquieren responsabilidades diferentes que contribuirán a la supervivencia de la colonia.









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