LAS RESERVAS DE LOS ALIMENTOS
Las Reservas de los Alimentos (Tejido graso)
La colmena acopia, conserva y consume alimentos almacenados en los panales como ser la miel y el polen pero además cada individuo almacena en su interior reservas energéticas en forma de grasa y proteicas en forma de proteína corporal que servirán para amamantar oportunamente la cría.
Fundamentalmente las reservas energéticas de la colmena la constituye el acopio de néctar transformado en miel, alimento energético sumamente estable en el tiempo que las colmenas conservan durante todo el año, principalmente para el periodo de receso.
El papel del polen es vital. Aporta toda la fase nitrogenada, toda la grasa, vitaminas, proteínas y cofactores. Se producen compuestos de defensa individual (péptidos).
Las grasas en la colmena están representadas en la jalea real y en la cera. Si no hay polen no hay producción de Jalea Real y cera. Las abejas encuentran hidratos de carbono en el néctar (80%) y en el polen (40%), y forman dos tipos de grasas a partir de estos azúcares:
La cera (que es una grasa sólida a temperatura ambiente) y sus grasas internas, que acumulan en unas células vacías, llamadas trofocitos o adipocitos (del tejido adiposo), sobre todo en otoño. Para que se produzcan esas transformaciones es imprescindible la presencia de ciertos componentes que están en el polen y que son otras grasas, enzimas... que actúan como iniciadores y catalizadores de esas reacciones químicas. Algunas de estas grasas no pueden ser "fabricadas" por las abejas, las han de tomar ya "formadas" en la dieta (polen), a este tipo de sustancias, no "fabricables", se les llama vitaminas.
Las grasas en la colmena están representadas en la jalea real y en la cera. Si no hay polen no hay producción de Jalea Real y cera. Las abejas encuentran hidratos de carbono en el néctar (80%) y en el polen (40%), y forman dos tipos de grasas a partir de estos azúcares:
La cera (que es una grasa sólida a temperatura ambiente) y sus grasas internas, que acumulan en unas células vacías, llamadas trofocitos o adipocitos (del tejido adiposo), sobre todo en otoño. Para que se produzcan esas transformaciones es imprescindible la presencia de ciertos componentes que están en el polen y que son otras grasas, enzimas... que actúan como iniciadores y catalizadores de esas reacciones químicas. Algunas de estas grasas no pueden ser "fabricadas" por las abejas, las han de tomar ya "formadas" en la dieta (polen), a este tipo de sustancias, no "fabricables", se les llama vitaminas.
Las abejas en otoño acumulan proteínas en forma de pan de abejas o polen ensilado en los panales de la colmena y en su organismo; en los cuerpos grasos en forma de proteína corporal.
La proteína corporal acumulada en los cuerpos grasos y otras partes del organismo de la abeja son utilizadas por esta como reserva para los momentos de máximo requerimiento.
Cuando hay abundante polen de calidad además de criar larvas de obreras las reinas ponen óvulos para criar zánganos y las colonias renuevan sus reinas, se reproducen y multiplican, pero si se corta el ingreso de polen o este es de mala calidad lo primero que se corta es la cría de zánganos. Esto indica que la multiplicación de las colonias de abejas está ligada directamente a la adecuada provisión de polen de calidad a la colmena.
Cuando hay abundante polen de calidad además de criar larvas de obreras las reinas ponen óvulos para criar zánganos y las colonias renuevan sus reinas, se reproducen y multiplican, pero si se corta el ingreso de polen o este es de mala calidad lo primero que se corta es la cría de zánganos. Esto indica que la multiplicación de las colonias de abejas está ligada directamente a la adecuada provisión de polen de calidad a la colmena.
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