La recolección responde a un patrón especifico de forrajeo, las pecoreadoras extraen el propóleos de las yemas valiéndose de sus mandíbulas y con ayuda del primer par de patas. La secreción de las glándulas mandibulares (ácido 10-hidroxidecenoico) permite el ablandamiento para triturarlo y transportarlo a las cestillas. Al ingresar a la colmena, se
dirigen inmediatamente al lugar donde éste es requerido y permanecen quietas, permitiendo a las abejas propolizadoras, tomar algunas partículas de la sustancia, comprimirlas y agregarles cera para proceder al propolizado.
Las abejas utilizan el propóleo para barnizar el interior de la colmena (incluidos los panales) con fines desinfectantes, cerrar grietas, reducir vías de accesos y consolidar los componentes estructurales. También es utilizado para recubrir los cadáveres de los enemigos que se hayan introducido en la colmena (escarabajos, roedores, lagartijas, etc.), que quedan embalsamados evitando su descomposición. Esta propiedad del propóleos ya era conocida por los egipcios y los sacerdotes lo utilizaban para momificar los muertos.
Se considera que la costumbre que tienen las abejas de utilizar el propóleos para protegerse de sus enemigos y para recubrir los interiores de la colmena se remonta a la época en que vivían en estado salvaje en los bosques, en troncos de árboles y en cuevas. Las distintas razas de abejas presentan peculiaridades respecto a la recolección o utilización del propóleo.
Formas de recolección
Mallas: Las mallas deben ser colocadas sobre la última alza encima de los cuadros. Una simple malla de “tela mosquitera” es suficiente para que las abejas vayan poco a poco cubriendo los agujeros con el propóleos traído de los árboles o recogido de colmenas despobladas. También se pueden utilizar mallas plásticas, con agujeros de diferentes formatos, unas son rígidas y van montadas en bastidores, las encontramos de diferentes tamaños, algunas cubren toda la superficie con una sola pieza otras son necesarias varias.
Colector inteligente: Consiste en sustituir los laterales de las alzas por varios listones de madera separados unos milímetros que se pueden retirar con facilidad para cosechar el propóleos depositado y son sustituidos por otros, el frontal y la trasera del alza se mantienen; el instinto de las abejas hace que tan pronto detectan las aberturas se apresuran a cerrarlas incluso descuidando otras tareas, tapar las aberturas significa para las abejas evitar pillajes, resguardarse de la lluvia y de los vientos.
Raspado: El propóleos se obtiene al retirar de los cantos de los marcos, del cubre panales o entretapa o de cualquier sitio donde las abejas lo hayan depositado de forma espontánea, se debe recoger de la forma más higiénica para evitar contaminaciones. Para separar el propóleos de las mallas se meten estas en el frigorífico y después de varias horas se vuelve quebradizo y se desprende con facilidad, de no ser así permanece blando y como es muy pegajoso no sería posible desprenderlo.
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