Arranca a fines del invierno y se extiende hasta después de la zafra, aunque depende fundamentalmente de la zona. Diferentes métodos para recolectarlo.
El propóleos es una mezcla compleja de resinas, ceras, aceites esenciales, polen y microelementos, de consistencia viscosa y de color verde, pardo, castaño, rojizo e incluso puede ser casi negro, dependiendo de su origen botánico.
La recolección por parte de las abejas responde a un patrón especifico de forrajeo, las pecoreadoras extraen el propóleos de las yemas valiéndose de sus mandíbulas y con ayuda del primer par de patas, la secreción de las glándulas permite el ablandamiento para triturarlo y transportarlo.
La recolección por parte de las abejas responde a un patrón especifico de forrajeo, las pecoreadoras extraen el propóleos de las yemas valiéndose de sus mandíbulas y con ayuda del primer par de patas, la secreción de las glándulas permite el ablandamiento para triturarlo y transportarlo.
Al ingresar a la colmena, se dirigen inmediatamente al lugar donde éste es requerido y permanecen quietas, permitiendo a las abejas propolizadoras, tomar algunas partículas de la sustancia, comprimirlas y agregarles cera para proceder al propolizado.
Las abejas utilizan el propóleos para barnizar el interior de la colmena (incluidos los panales) con fines desinfectantes, cerrar grietas, reducir vías de accesos y consolidar los componentes estructurales. También es utilizado para recubrir los cadáveres de los enemigos que se hayan introducido en la colmena (escarabajos, roedores, lagartijas, etc.), que quedan embalsamados evitando su descomposición. Esta propiedad del propóleos ya era conocida por los egipcios y los sacerdotes quienes lo utilizaban para momificar a los muertos.
Para cosechar propóleos se utiliza la llamada trampa para propóleos que puede ser una malla mosquitera o una rejilla que cubre la parte superior del alza, también se obtiene sustituyendo lo dos laterales del alza por listones.
Otra forma de obtenerlo es raspando las partes de la colmena donde lo acumulan para inmovilizar los marcos, la entretapa u otras partes. Las trampas se basan en que las abejas cierran con propóleos todos los espacios que tienen una medida que no le permiten pasar.
Mallas: Las mallas deben ser colocadas sobre la última alza encima de los cuadros. Una simple malla de “tela mosquitera” es suficiente para que las abejas vayan poco a poco cubriendo los agujeros con el propóleos traído de los árboles o recogido de colmenas despobladas. También se pueden utilizar mallas plásticas, con agujeros de diferentes formatos, unas son rígidas y van montadas en bastidores, las encontramos de diferentes tamaños, algunas cubren toda la superficie con una sola pieza otras son necesarias varias.
Colector inteligente:
Consiste en sustituir los laterales de las alzas por varios listones de madera separados unos milímetros que se pueden retirar con facilidad para cosechar el propóleos depositado y son sustituidos por otros, el frontal y la trasera del alza se mantienen; el instinto de las abejas hace que tan pronto detectan las aberturas se apresuran a cerrarlas incluso descuidando otras tareas, tapar las aberturas significa para las abejas evitar pillajes, resguardarse de la lluvia y de los vientos.
Raspado:
El propóleos se obtiene al retirar de los cantos de los marcos, del cubre panales o entretapa o de cualquier sitio donde las abejas lo hayan depositado de forma espontánea, se debe recoger de la forma más higiénica para evitar contaminaciones. Para separar el propóleos de las mallas se meten estas en el frigorífico y después de varias horas se vuelve quebradizo y se desprende con facilidad, de no ser así permanece blando y como es muy pegajoso no sería posible desprenderlo.
La base de todo es la elección geográfica de donde instalaremos el apiario para la producción de Propóleos. hay zonas en las que las colmenas propolizan mas.
En general, dentro de la temporada apícola se observan tres grandes períodos en referencia a la entrada de propóleos: el primero (primavera y primeras semanas del verano) la entrada de propóleos es buena, con un promedio (según la región) de un treinta a un cuarenta por ciento de la entrada total anual. Luego viene el período que denominamos de “la gran mielada” ( abril mayo, fundamentalmente según la región) donde la entrada de propóleos es poco significativa (esto se debe a que todos los habitantes de la colmena están dedicados a la cosecha de néctar).
El tercer período (fines del verano y comienzo del otoño) es donde se observa la gran entrada de propóleos ( la colmena se prepara para pasar el invierno cubriéndose de las bajas temperaturas). Según la región de país, entre un sesenta a un setenta por ciento de la cosecha anual de propóleos, entra en este tercer período.
Conservación
Se recomienda conservar el propóleos en forma granulada, evitando que se apelmace. Además, debe almacenarse en un sitio fresco, oscuro y seco, evitando la exposición directa a la luz solar, tubos de neón o focos de gas a mercurio.
debemos tener en cuenta que la variabilidad en la calidad del producto es muy grande entre una zona y otra e incluso entre una época del año y otra, por lo cual tenemos que conocer donde produciremos el producto.
“Lo único que necesitamos es tener un frigorico o congelador donde conservarlo y nada más”, enfatizó. “El proceso mas simple consiste en colocar unas mallas matrizadas que se ponen entre el techo y el alza, y la producción por colmena es variable, puede ir de 200 a 300 gramos hasta medio kilo”, “es un producto que tiene un tremendo potencial, pero no está organizada la cadena de valor del producto y en consecuencia el precio es inferior a lo que debería ser”.
Usos…
El propóleos se utiliza fundamentalmente como suplemento dietario e incluso existe un estudio que demuestra que tiene un efecto antioxidante tan alto o superior a los antioxidantes por excelencia, que representan un negocio de miles de millones de dólares en el mundo. Además tiene incidencia en la medicina veterinaria y en cosmetología.
No hay comentarios:
Publicar un comentario