flora apícola se conoce como el conjunto de especies vegetales que producen o segregan sustancias o elementos que las abejas recolectan para su provecho.
Generalmente estas son néctar, polen, propóleos o mielada y de ellas depende el rendimiento, calidad y diferenciación que pueden tener los productos de la colmena. Las relaciones entre la flora, las abejas y la intervención del apicultor constituyen una verdadera cadena de intereses en la que la flora apícola oferta recursos que la abeja necesita para su alimentación y para generar productos secundarios que serán utilizados por el apicultor y aprovechados para su beneficio.
Las abejas normalmente presentan ciertas preferencias por algunas especies debido a la morfología de las flores y a la disponibilidad y calidad del néctar, polen o exudados presentes en las mismas. Por esto es importante conocer cuáles de esas especies son aprovechadas por las abejas, ya que de ello depende el origen botánico de las mieles y pólenes que hacen parte de los productos de los apicultores. El conocimiento alrededor de las especies vegetales que sirven de alimento a las abejas es fundamental para que los apicultores identifiquen las características diferenciales de las mieles y pólenes producidos en su apiario. En la mayoría de los casos, los apicultores cuentan con importantes conocimientos alrededor de sus productos y los procesos ecológicos desde los cuales estos se generan.
¿ Porque es tan importante la flora apícola?
Al establecer una zona destinada a la producción apícola, es importante determinar la flora circundante y los recursos que esta aporta a la colmena, pues estos le imprimen las características o propiedades organolépticas especiales (olor, color, sabor) a los productos que se generan en los apiarios. De la misma manera, permite obtener productos diferenciados, así como establecer pautas de manejo de las colmenas y el aprovechamiento de los recursos ofertados por las plantas. Conocer la flora apícola en una determinada zona, región o finca, debería ser el primer requisito que se debe tener en cuenta para asegurar el éxito de la práctica apícola. Uno de los beneficios derivados del conocimiento de oferta la floral es la determinación botánica de las mieles y pólenes, es decir, la diferenciación de los productos de acuerdo con la especie botánica de la cual se obtuvo el recurso y de la que derivan su valor medicinal o nutritivo. La diferenciación por origen geográfico permite establecer las zonas en donde se están duciendo las mieles, teniendo en cuenta la gran diversidad de ecosistemas colombianos que aportan recursos para el aprovechamiento de las abejas. El origen geográfico de las mieles está determinado por el área donde está ubicada la flora apícola que ha sido utilizada por las abejas en la producción de miel y polen. Al igual que la determinación botánica, el origen geográfico permite la diferenciación de los productos obtenidos y su conocimiento se considera una herramienta que contribuye al desarrollo de garantías para los procesos de comercialización y que puede facilitar su seguimiento y trazabilidad. Conocer la flora y el espacio geográfico que está dando origen a los productos de la colmena permite mejorar la productividad de la misma y desarrollar acciones para acceder a mercados diferenciados ofreciendo productos con un mayor valor añadido.
¿ como identificar la flora apícola del entorno de su apiario?
La flora es el insumo más importante para la actividad apícola, pues de ella las abejas recolectan los recursos que utilizan para la elaboración de su alimento y para la realización de las diferentes labores en la colmena para obtener productos secundarios, polen, miel y propóleos, entre otros, que son aprovechados por el apicultor para su beneficio. Las siguientes son algunas actividades que deben tenerse en cuenta para determinar la flora apícola en la zona en donde está o piensa establecerse un apiario.
Observe si las abejas llevan polen, néctar, propóleos o exudados. Esto permitirá garantizar que haya especies que aporten recursos diferentes en distintas fechas o especies de sostenimiento, que florecen durante todo el año y favorecen a las colmenas en la obtención de alimento para el sustento en los periodos críticos o de escasez. Recuerde que a mayor diversidad y cantidad de especies, mejor será la obtención de recursos florales, como néctar o polen, para la producción.
Además de realizar la observación y seguimiento a las especies con características apícolas, es necesario reconocer las zonas aledañas al apiario e identificar principalmente otros apiarios cercanos, fuentes de agua, desarrollo de actividades productivas, que son factores que puedan afectar la práctica apícola. De la variedad de especies existentes en el área dependerá la oferta de recursos para las abejas. Los factores que más limitan el establecimiento de la apicultura son las áreas de cultivos comerciales donde se realizan fumigaciones para control de plagas, las zonas deforestadas y la reducción de áreas de bosques nativos. Ante la pérdida cada día mayor de zonas de vida para las abejas es recomendable incrementar la oferta floral mediante actividades de resiembra continua y recuperación de zonas con las especies de importancia apícola y documentar e investigar sobre el aporte de esta flora a la producción en la colmena. Así se incrementa la productividad en los apiarios.
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