El fraude basado en la adulteración está a la orden del día, en una carrera constante entre quienes falsifican y quienes controlan.
Un informe elaborado recientemente por la cadena internacional NETFLIX pone al descubierto diferentes cuestiones que sacuden desde hace años al mercado de la miel y colocan en jaque la rentabilidad de los productores.
El mismo fue titulado Abogados, Armas y Abejas y pone como enunciado principal la pregunta de por qué las exportaciones de miel suben casi ocho veces más rápido que el crecimiento en el número de colmenas.
Sin medias tintas, el informe indica que si consideramos que la producción de miel está disminuyendo y la demanda va en aumento, la única forma de explicar esa brecha es la adulteración, y en consecuencia mucha miel que circula en todo el mundo no es pura. La dilución con jarabes baratos es la forma principal y más masiva de adulterar la miel, y en consecuencia se debe buscar la manera de proteger a los consumidores y a lo que están pagando. “Es el manual del traficante de drogas: corta tu producto puro con relleno de bajo costo para aumentar el volumen”, ejemplifica el informe.
Cabe mencionar que hace diez o veinte años el jarabe que provenía del maíz o de la caña de azúcar era utilizado para adulterar la miel, pero hace unos años atrás, en Estados Unidos se desarrolló un método para detectar este tipo de adulteración, luego los chinos descubrieron hace unos años que los jarabes fabricados a partir del arroz no son detectados por este método.
La importancia de los productores naturales
La población humana está aumentando y con ella el incremento en el consumo de productos orgánicos o naturales y en consecuencia la palabra miel tiene un valor agregado en este sentido.
Sin embargo, los consumidores están comiendo un producto que no es miel. En la cadena de suministros, la tradición de nueve mil años de apicultura está bajo un enorme ataque, y además la agricultura está acabando con el hábitat natural de las abejas, las cuales mueren de a miles y en consecuencia la tentación del dinero rápido generó un nuevo tipo de crimen vinculado al sector. “El consumidor paga el doble por un producto que no es el que dice la etiqueta. Eso es un fraude y un crimen”, aseguró Norberto García Girou.
Vale resaltar que en Estados Unidos se pierden alrededor del 50 % de las abejas por año, lo cual no genera el impacto que debería en la opinión pública y en las autoridades como si pasaría por ejemplo con el ganado vacuno. “No solo las abejas luchan para vivir sino los apicultores también luchan para seguir vivos en un negocio mundial estropeado por la corrupción el engaño y el robo”, asegura textualmente uno de los fragmentos del informe.
El fenómeno norteamericano
Durante una década el negocio de la miel ha estado subiendo por más de 18 millones de kilos anuales, y solamente Estados Unidos es responsable de la mitad de esto.
En estados unidos se producen 73 millones de kilos de miel por año y se consume 204. Es decir importa cerca de 140 millones de kilos anualmente.
En los años 90, China contaba con siete millones de colmenas en actividad y esto sumado a las adulteraciones con jarabe de arroz generó un excedente que fue captado precisamente por Estados Unidos, el importador más “hambriento” del sector.
El “Gigante Asiático” estaba debilitando el mercado vendiendo a un precio muy barato que empujaba al productor estadounidense hacia fuera, por lo cual desde el gobierno hacia comienzos del nuevo siglo (2001) se declaró el dumping, creando impuestos que triplicaron el precio de la miel china.
Sin embargo, lejos de rendirse, los orientales comenzaron a triangular su miel a través de otros países asiáticos principalmente y algunos europeos.
Los análisis
En lo que parece ser una carrera ente “buenos” y “malos” día a día se perfeccionan las técnicas de análisis, al tiempo que se modifican los métodos para evitarlos por parte de los encargados de este gran fraude internacional. “Los consumidores están comiendo un producto que no es miel pero que pasan los controles oficiales”, aseguraron en el informe.
En el documental también se refleja la experiencia de un importante laboratorio de Bremen (Alemania) donde se hacen análisis de residuos de remedios y de origen para lo cual se analiza el polen. Esto brinda el origen botánico y el geográfico.
Además se analiza la dilución de la miel y se realiza un estudio basado en los aspectos gustativos y olfativos de las muestras, las cuales se guardan por seis meses.
Si se filtra el polen ya no se puede rastrear el origen y entonces se pueden mezclar y combinar la miel filtrada y no se puede detectar esa mezcla con el análisis de polen.
“Cada vez que se desarrolla una prueba los adulteradores desarrollan un método o un producto para burlarlas”, afirmó al respecto García Girou.
Al principio cuando se aplica un método nuevo se advierte un alto porcentaje de adulteración principalmente en muestras asiáticas, pero a los dos o tres meses esto empieza a disminuir y no es que la adulteración se detuvo sino que los falsificadores encontraron algo nuevo que en el laboratorio no se puede detectar.
Ahora se está utilizando uno de los últimos métodos para el análisis de la miel que es el MNR (Resonancia Magnético Nuclear), que es un sistema mas difícil de evadir que mide campos magnéticos de átomos individuales para crear un tipo de huella digital molecular que luego se coteja con una base de mieles de todo el mundo que posee el laboratorio.
Es muy importante porque en una sola revisión se pueden ver diferentes aspectos, aunque no quiere decir que en el corto o largo tiempo los encargados del fraude encuentren una nueva técnica para evadirlo.
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