la realidad del sector apícola español es que arrastra tres
años de crisis por diferentes causas que iremos viendo a lo largo de este
articulo .
Una breve reseña de estos tres últimos años. En 2016 una
primavera arruinada por el exceso agua,
produjo una cosecha regular de polen y una mala cosecha de miel, que junto a
las masivas importaciones de mieles chinas de mala calidad y muchas adulteradas
con sirope de arroz y otros “ungüentos chinos” puso ese año en jaque al sector.
2017 comenzó y terminó con una sequía como pocas veces
habíamos visto que junto a los problemas
sanitarios provocados por la varroa dejó temblando a la mayoría de las colmenas
con una mala cosecha de miel polen y muy
pocos enjambres. Llegamos al invierno 2017-2018 y los apicultores se
pasaron el invierno completo alimentando a
todas las colmenas, algo que no habíamos visto nunca, siempre se han
alimentado algunas colmenas más débiles en el invierno pero a toda la
explotación completa en invierno jamás, lo que nos llevo a comienzos de
2018 a un desastre anunciado con unas
bajas a comienzos de la primavera de un 30% y en algunos casos más, esta
mortandad no ocurrió solo aquí también lo sufrieron los apicultores franceses e
italianos, llevando a muchos apicultores a la disyuntiva de si podían continuar
en esta profesión y vivir dignamente de ella.
Continuamos con la primavera de 2018 y fue una explosión de enjambres, se
recuperaron las bajas del invierno. Las cosechas de miel y polen se vieron
mermadas por tener que dedicar muchas
colmenas a reproducción.
Pero ahora viene la madre del cordero, estamos finalizando
este año y las cosechas de miel y polen están en los almacenes de los
apicultores por los precios irrisorios del mercado, debido a la guerra
comercial entre Argentina y Ucrania,
precios por debajo del coste de producción en España, la industria del
sector deja de lado las mieles
nacionales y se dedica a importar de fuera a unos precios que los
profesionales del sector no podemos asumir. No se han terminado todos los males
muchos apicultores están revisando sus colmenas
y observando de nuevo desabejamiento, lo que puede llevarnos a comenzar el año 2019 con otra gran
mortandad de colmenas.
Las debilidades del sector
apícola son numerosas e importantes, entre ellas, cabe destacar las
enfermedades de las abejas, que representan un problema que está lejos de
solucionarse: la contaminación en sus distintas versiones: vertidos, ambiental
y fitosanitarios. Domina en el sector apícola la idea de que tienen que
suprimirse los tratamientos herbicidas y fitosanitarios que están provocando la muerte masiva de
abejas.
A ello hay que unir el escaso
peso del sector de la apicultura dentro de la economía ganadera nacional, así
como una política de asentamientos para evitar las concentraciones de colmenas
en ciertos lugares. La regulacion apicola de algunos ayuntamientos en contra de la apicultura trashumante y la falta de una normativa apicola nacional que regule el sector a nivel estatal . Esto ha ocasionado una disminución de la productividad por
colmena y problemas entre apicultores estantes y trashumantes, y la falta de
relevo generacional, si bien últimamente, debido a causas externas al sector,
se están incorporando personas jóvenes.
Los escasos
recursos dedicados a la investigación en apicultura, la excesiva tendencia del
productor a producir solo miel (solo el 1,3 por ciento de las explotaciones
apícolas están clasificadas como de polinización), así como la escasa
tecnificación de los productores y, no por último, el desconocimiento de los
productos apícolas a nivel del consumidor.
Año2016
la producción de
miel cayo un 4% rompiendo una tendencia
al alza desde 2012.
A pesar de ello, el número de
explotaciones apícolas siguió creciendo y por primera vez superan la barrera de
las 30.000; en 2016 se censaron exactamente 30.920, lo que supone un ascenso
del 12,07 % respecto a 2015.
Se debe al incremento de
explotaciones no profesionales, de las que ya hay registradas 23.540, un 12,36
% más que en 2015 mientras que las explotaciones profesionales se mantienen en
el entorno de las 5.000-5.500 desde hace una década.
En la balanza comercial española
pesan más las importaciones que las exportaciones, con un saldo deficitario de
-2.097 toneladas.
En concreto, España exportó 26.913
toneladas de miel el año pasado (77 % con destino UE) mientras que se compraron
en el exterior 29.010 toneladas (55,3 % procedente de terceros países).
Año 2107
Un año critico
con graves problemas sanitarios y un alarmante descenso de la
producción. Fue uno de los peores años de la apicultura en este país, con unos
descensos de la producción de un 60%
respecto a otros años.
El número de colmenas existente a principios de año ascendía
a 2,85 millones, un 1,28% más que en abril de 2015 (2,72 millones) y unas
560.000 más que hace una década. De ellas, 609.957 se encuentran en
Extremadura, 588.079 en Andalucía y 438.828 en Castilla y León.
los diferentes tipos de mieles registran tendencias descendentes en
cuanto a sus cotizaciones se refiere, excepto la miel de mielada a granel que
anota una subida del 6,53% desde abril de 2016 (inicio de campaña) a marzo de
2017 (fin de campaña). La miel multifloral a granel, en el mismo periodo,
registró bajadas de precios del (-13,59%). En cuanto a las mieles envasadas, la
miel de mielada anotó un descenso de (-14,97%) y la miel multifloral del (-
3,06%).
Año
2018
Una cosecha de polen mala y unos
precios del polen seco muy inferiores a los del año anterior con una caída producción
de un 70% en algunas zonas, muy por debajo de un año normal.
En Extremadura, Castilla y León
Asturias, Cantabria, escasas
producciones de mieles de
primavera, a esto hay que añadir la mala
cosecha de mieles de encina afectada por las malas condiciones climáticas
adversas, con unas conductividades muy bajas, predominando en ellas las mieles
de cardo, El precio de la miel ha bajado un 30 % pese a la caída de la producción, la industria envasadora continua con su "estrategia de paralizar de
forma intencionada la compra de miel española para mantener el hundimiento de
los precios". Miles de toneladas de miel están paralizadas en los almacenes de toda España, tanto mieles
monoflorales como mieles de mil flores por los precios por debajo del coste de
producción unos precios que no se habían visto desde hace muchos años. La
paralización de estas mieles agrava la masiva importación de mieles foráneas,
lo que ha llevado al sector “ sindicatos y cooperativas” a unificar
esfuerzos y llevar una estrategia
conjunta para paliar la grave crisis que vive el sector en este momento.
España es el segundo productor de miel dentro de la Unión Europea y
posee la tasa de profesionalización más alta de Europa (con un total de 5.284
apicultores profesionales que manejan el 80% de las colmenas). Continúan
las desdichas, la expansión de vespa velutina con un ritmo de avance de 50
km . por año hace
imposible las existencia de colmenas en muchos lugares de las zonas que ya ha invadido esta avispa
procedente del sureste asiático. Varroa trae de cabeza a los apicultores, con
pocas materias activas para combatirla y
la mala praxis de gente poco profesional hace que el futuro de la
apicultura sea incierto. Junto
a un cambio climático que esta alterando el sistema ecológico de nuestro país, con unas primaveras prematuras mas cortas con
menos lluvias y temperaturas mas elevadas, los apicultores tendremos que asumir
que la forma de ejercer esta profesión
cambiara en los próximos años.
Fuentes:
Manuel
Corona-Corona Apicultores
agrodigital.com
Apicultura
ibérica
Muy buen artículo, esperemos mejoren los precios.
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