¡Siempre, la naturaleza es sabia!. Una pequeña plantita desnutrida, esmirriada, con apenas un par de hojas, es capaz de dar una flor para reproducirse y perpetuar la especie. En las abejas pasa algo parecido, en el caso de las obreras ponedoras, ante la imposibilidad de criar otra reina y así continuar con el ciclo normal de vida, una obrera desarrolla el ovario y comienza a poner huevos infecundos que se transformarán en zánganos. No puede continuar con una vida normal pero hace un último intento de perpetuar la especie por medio de los zánganos. En condiciones naturales y sin la intervención del hombre es muy difícil que una colonia de abejas llegue a la situación desesperada de criar zánganos mediante las obreras ponedoras. Si la reina envejece o ya no rinde, la colonia la renueva sin eliminar la soberana decadente, conviven la nueva con la vieja hasta que queda solamente la nueva. Cuando enjambra llega a producir en muchos casos varias reinas con sendos enjambres, y en situaciones muy traumáticas solamente llega al extremo de criar obreras ponedoras. Si llega a morir la reina en forma súbita, cría celdas reales que volverán a reponer a la soberana, y si ésta es atrapada por un pájaro o se extravía o no logra fecundarse por cuestiones climáticas, recién allí, al no disponer de larvas aptas para transformarse en reinas, se desarrollan los ovarios de una obrera y comienza el principio del final de la colonia, pero la vida continúa en las crías que den los zánganos de la colonia en extinción.
El apicultor casi siempre es el responsable de que la colonia de abejas llegue al extremo de tener que criar zánganos como última oportunidad de perpetuar la especie. El apicultor que siempre piensa que está criando un animalito doméstico indefenso que si no lo atiende no prospera y que depende del mayor o menor suministro artificial de alimento chatarra que le provee. El apicultor que revisa una y otra vez la colonia matando sin querer en muchos casos en forma directa a la reina joven que aún no inició la postura o provocando que las abejas maten a su nueva y flamante soberana ya que esta es asustadiza y ante la menor perturbación de la colonia libera feromonas de alarma que son interpretadas por las abejas pecoreadoras como una agresión y en su defensa, matan a su propia soberana por asfixia.
Si el apicultor mata sin querer a la reina y hay postura y larvas jóvenes, la colonia intenta reponerla criando celdas reales de emergencia, pero el afán por cuidar de la colonia hace que en pocos días el apicultor abra la colmena ya sea para alimentar, mover cuadros bloqueados y vaya a saber por cuantos motivos mas. En cualquiera de esas revisiones provoca la muerte por asfixia de la nueva reina. En este caso ya no hay larvas jóvenes como para volver a empezar y la colonia comienza el final del camino criando obreras ponedoras para salvar al menos la continuidad de la especie.
Es común que por revisar con frecuencia, cuando hacemos núcleos, terminemos con un montón de zanganitos.
Veamos un poco de teoría
El apicultor casi siempre es el responsable de que la colonia de abejas llegue al extremo de tener que criar zánganos como última oportunidad de perpetuar la especie. El apicultor que siempre piensa que está criando un animalito doméstico indefenso que si no lo atiende no prospera y que depende del mayor o menor suministro artificial de alimento chatarra que le provee. El apicultor que revisa una y otra vez la colonia matando sin querer en muchos casos en forma directa a la reina joven que aún no inició la postura o provocando que las abejas maten a su nueva y flamante soberana ya que esta es asustadiza y ante la menor perturbación de la colonia libera feromonas de alarma que son interpretadas por las abejas pecoreadoras como una agresión y en su defensa, matan a su propia soberana por asfixia.
Si el apicultor mata sin querer a la reina y hay postura y larvas jóvenes, la colonia intenta reponerla criando celdas reales de emergencia, pero el afán por cuidar de la colonia hace que en pocos días el apicultor abra la colmena ya sea para alimentar, mover cuadros bloqueados y vaya a saber por cuantos motivos mas. En cualquiera de esas revisiones provoca la muerte por asfixia de la nueva reina. En este caso ya no hay larvas jóvenes como para volver a empezar y la colonia comienza el final del camino criando obreras ponedoras para salvar al menos la continuidad de la especie.
Es común que por revisar con frecuencia, cuando hacemos núcleos, terminemos con un montón de zanganitos.
Veamos un poco de teoría
La reina y las larvas liberan feromonas que inhiben el desarrollo de los ovarios de las obreras, pero una vez que desaparece la reina y con ella las feromonas reales y son operculadas las celdillas de las larvas y faltar también las feromonas larvarias; una o mas obreras comienzan a desarrollar los ovarios y en poco tiempo ponen huevos sin fecundar que dan origen a las zanganitos tan característicos de las colmenas zanganeras. Una vez que la colonia tiene una reinita falsa o obrera ponedora ya no es posible colocar otra celda real porque las obreras ponedoras liberan feromonas reales que impulsan a las demás obreras a destruir todas las celdas reales.
Es por eso que debemos revisar lo menos posible la cámara de cría y cuando hacemos núcleos utilizar cría abierta con postura reciente y larvas jóvenes para evitar por mayor tiempo el desarrollo de los ovarios de las obreras. Es conveniente utilizar solo nodrizas ya que no son agresivas y no agraden a la reina por mas que se asuste. Después de la revisión a los dos días para comprobar que la reina nació y en caso contrario, reponer la celda, ya no es conveniente revisar el núcleo hasta que hayan pasado al menos 30 días de postura de la nueva soberana, momento en que llega a su primer estado de madurez y serenidad.
Cómo influye la raza
Se descubrió que en las razas europeas las obreras tardan unas tres semanas en desarrollar los ovarios después de que desaparece la reina y sin embargo en las abejas africanas apenas en una semana ya las obreras pueden tener desarrollados los ovarios y lograr poner ovulitos viables. Esta habilidad de las abejas africanas es la responsable de dificultar muchísimo la obtención de híbridos de dichas abejas ya que muy temprano, a pocos días de haberse quedado huérfana la colonia, ya hay olor a feromonas de reina, liberada por las obreras ponedoras, lo que hace imposible el injerto de una celda real o la introducción de una reina.
¿Cómo se reconoce en sus comienzos a una colonia con obreras ponedoras?
¿Cómo se reconoce en sus comienzos a una colonia con obreras ponedoras?
Dejando de lado las definiciones, el debate en cuestión se refiere a las colonias de abejas que han perdido su reina y no la han podido recuperar provocando la aparición de obreras ponedoras Es cierto que las reinas jóvenes a veces ponen mas de un huevo en cada celda pero lo hacen en plancha, en gran parte del panal y los huevos son depositados al fondo de la celdilla. En ocasiones una reina nueva que por razones variadas no pudo fecundarse coloca óvulos en grandes cantidades en celdillas de obrera llenando a veces varios panales pero la postura es en plancha, es decir cubren mucha superficie. También es cierto que puede ocurrir que una reina fecundada coloque una gran cantidad de postura en plancha de zánganos, que se diferencian de los zanganitos de la obrera ponedora, por ser colocados en celdas para zánganos y los de la obrera ponedora, son colocados en cualquier tipo de celdas. La postura de una obrera ponedora se puede detectar apenas iniciada la misma por las siguientes características:
1) La postura de varios huevos en una celda de obrera o de zángano,
2) Postura en una parte reducida y bien definida del panal.
3) Los huevos son colocados pegados a la pared de la celda por no poder alcanzar el fondo con su corto abdomen.
4) Se percibe un estado de excitación muy particular en la colmena.
5) Acumula polen en exceso.
6) Un poco mas tarde aparecen falsas celdas reales largas a semejanza de dedos que contienen una larva de zángano y gran cantidad de jalea real.
7) Se ven como unos cráteres llenos de jalea real.
8) Cuando el proceso ya está muy avanzado se ven las celdas de obrera con opérculos redondeados típicos de los de zánganos. En una palabra, Una colmena con obrera ponedora, a la que corrientemente llamamos zanganera, es muy fácil de identificar, casi que sin abrir la colmena se puede percibir el desorden y desequilibrio de una colmena zanganera con obrera ponedora.
Fuente:
Orlando Valega
Apiservices
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