sábado, 17 de diciembre de 2016

EL OJO



El ojo de una abeja, está compuesto por muchas unidades visuales, llamadas omatidios, que forman imágenes independientes. Cada omatidio apunta en una dirección, lo que otorga una visión extraordinaria capaz de detectar movimientos mínimos Agudeza visual, según las necesidades
la vista de las abejas no es la misma en todas las castas, pues no todas requieren de la misma agudeza visual. La reina, por ejemplo, sólo necesita una buena visión una vez en su vida y la empleará para volver a la colmena después del vuelo nupcial; el resto de su vida, permanecerá a oscuras en el interior de la colmena. Sus ojos compuestos tienen solo unos 4.290 omatidios, y es la que peor ve.
Las obreras, que necesitan orientarse adecuadamente en sus vuelos de recolección, tienen unos 6.300 y ven un poco mejor.
Por su parte, el zángano requiere una buena agudeza visual para poder localizar a las hembras vírgenes en el vuelo de reproducción, por lo que sus ojos compuestos son los que mayor número de omatidios poseen, unos 13.090.
En cuanto a los colores, las abejas perciben los colores que distingue el ojo humano más el ultravioleta y con la excepción del rojo, aunque sobre este tema hablaremos en otra ocasión.

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