La morfología (Anatomía) externa e interna de la abeja mellifera se
corresponde esencialmente con la de los demás insectos. Lo mismo
puede decirse de la fisiología (funciones vitales). No obstante existen
diferencias que es preciso indicar para una mejor comprensión de su
etología (comportamiento).
Lógicamente las peculiaridades anatómicas y las funciones vitales están
interrelaciona
das.
1. Cabeza / 2. Estigmas o espiráculos / 3. Alas /
4a- Primer par de patas / 4b. Segundo par de patas / 4c. Tercer par de patas / 5- Tórax 6. Abdomen / 7. Pelos limpiadores antena / 8. Prensa polen |
APARATO DIGESTIVO
La boca, primera parte del aparato digestivo, que lo forma un tubo
continuo, se halla situada en la parte anteroinferior de la cabeza,
pertenece al tipo lamedor chupador y consta de las siguientes piezas: el
labro o labio superior cubre las mandíbulas. La reina, la obrera y el
zángano presentan piezas mandibulares diferentes. En la abeja obrera,
las mandíbulas son más estrechas en la parte central que en la base. En
su extremo terminal son lisas y terminan en forma de cuchara teniendo
movimientos horizontales
Son empleadas para abrir las anteras de los estambres, recoger el polen
de las flores, ablandar, amasar y dar forma a las láminas de cera con la
saliva y construir las celdillas y panales así como retirar fuera de la
colmena los elementos extraños que haya en ella.
La boca, primera parte del aparato digestivo, que lo forma un tubo
continuo, se halla situada en la parte anteroinferior de la cabeza,
pertenece al tipo lamedor chupador y consta de las siguientes piezas: el
labro o labio superior cubre las mandíbulas. La reina, la obrera y el
zángano presentan piezas mandibulares diferentes. En la abeja obrera,
las mandíbulas son más estrechas en la parte central que en la base. En
su extremo terminal son lisas y terminan en forma de cuchara teniendo
movimientos horizontales
Son empleadas para abrir las anteras de los estambres, recoger el polen
de las flores, ablandar, amasar y dar forma a las láminas de cera con la
saliva y construir las celdillas y panales así como retirar fuera de la
colmena los elementos extraños que haya en ella.
Cuando las abejas toman alimentos líquidos utilizan una estructura
especializada: la probóscide o trompa. La forman distintas piezas del
aparato bucal y el labio y se adapta a esa función cuando es necesario.
La lengua o glosa, que en su extremo proximal tiene las paraglosas,
dispone a ambos lados de los palpos labiales. Es larga, flexible, pelosa y
acanalada terminando en una especie de botón en forma de cuchara.
En estado de reposo, la trompa está replegada debajo de la cabeza;
cuando la abeja se dispone a absorber líquidos, la proyecta hacia
delante extendiendo sus partes distales alrededor de la lengua, de tal
manera que se forma un verdadero tubo que se cierra en la parte
delantera del extremo distal de las maxilas; en la parte posterior la
cierran los palpos labiales.
Desplegada la trompa la introduce en el líquido y en rápidos
movimientos hacia atrás y hacia delante, el líquido asciende.
Las mandíbulas y probóscide, cuando se encuentran contaminadas, son
el vehículo de infestación de las larvas, de Loque americana
(Paenibacillus larvae) o de Loque europea (Melissococcus pluton).
La boca se sitúa entre las bases de las mandíbulas, abriéndose al final
del órgano de succión; ésta se dispone, después de la correspondiente
abertura, de forma vertical a lo largo de la cabeza hasta el esófago. Es
una cavidad en forma de saco con paredes musculares que permiten la
aspiración (dilatadores) de los líquidos desde la trompa, para pasar al
esófago a través de la faringe (compresores).
El esófago es un tubo que se extiende a lo largo del tórax por el que
avanza el alimento gracias a sus movimientos de contracción.
En el extremo proximal del abdomen el tubo digestivo se ensancha
formando un saco de paredes finas y muy elástico. En las abejas recibe
el nombre específico de buche melario. Cuando éste se llena de
alimento sus paredes se expanden rítmicamente haciendo que su
contenido (polen, néctar, elementos sólidos), se mezcle. También es
utilizado como almacén de alimento.
Le sirve a la abeja para el transporte de néctar y agua desde el exterior
hasta la colmena, donde es regurgitado.
El buche melario también se distiende cuando la abeja consume
alimento sólido o líquido con una gran carga de virus que tienen el
aparato digestivo como vía de entrada.
El buche melario también se distiende cuando la abeja consume
alimento sólido o líquido con una gran carga de virus que tienen el
aparato digestivo como vía de entrada.
El proventrículo controla la entrada de
alimento en el estómago (ventrículo) de
las abejas. Actúa de filtro eliminando
los sólidos del contenido del buche
melario.
El ventrículo es el lugar donde se realiza
la digestión y absorción del material
alimenticio. Los pliegues de la
membrana interior aumentan la
superficie digestiva.
La membrana peritrófica, protege al
epitelio de la acción directa de los alimentos y es protagonista del paso
de los jugos digestivos hacia los alimentos y de estos, ya digeridos,
hacia la zona de absorción.
En la larva es el lugar de ataque de Paenibacillus larvae (Loque
americana) los esporos de la bacteria germinan en el ventrículo justo
después de la operculación que es el momento en que la concentración
de azucares baja, posteriormente la bacteria invade toda la larva.
También es el lugar de germinación de las ascas de Ascophaera apis
(Ascosferosis), sus hifas invaden la larva y provocan su muerte antes de
la operculación. El virus Morator aetutalae (cría sacciforme), también
comienza su invasión por el ventrículo.
También encuentra aquí el medio adecuado para desarrollarse el
microsporidio Nosema apis (Nosemosis), que multiplica sus efectivos
cuando las defensas de la abeja son lo suficientemente bajas y permiten
su multiplicación.
El intestino delgado, es el tramo siguiente del aparato digestivo que
termina en el recto. En esta parte del intestino vacían su contenido los
tubos de Malpigio, que actúan como elementos de filtración (riñones),
de la abeja. En estos tubos se asienta el agente causante de la
Amebosis (Malpigamoeba mellificae).
En su parte distal está la ampolla rectal, que tiene un papel principal en
la absorción del agua y en retener el material fecal, hasta que se
produce la evacuación en el exterior de la colmena.
La Nosemosis (Nosema apis) produce gran cantidad de material de
desecho que al acumularse en la ampolla, provocan una gran distensión
del ventrículo, presionando los sacos aéreos e impidiendo de esta forma
el vuelo.
Aquí también podemos encontrar quistes de Malpighamoeba mellificae,
procedentes de los tubos de Malpighi.
Durante la invernada, las abejas almacenan los productos de su
metabolismo en la ampolla rectal y no la vacían en todo el invierno
hasta que realizan los llamados vuelos de limpieza, al iniciarse la
primavera.
Esta estrategia, seguida por las abejas en lo que se refiere a los
elementos no digeridos, favorece extraordinariamente la higiene en el
interior de la colmena y la presencia de manchas fecales en distintos
puntos de la colmena hace saltar la alarma ante la presencia de
problemas de orden fisiológico o patológico.
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