La buena práctica de la apicultura consiste en considerar los cuatro principios fundamentales del manejo:
1- una reina joven de buena procedencia genética.
2- una adecuada y suficiente provisión de miel y polen.
3- mantenerse libre de enfermedades y parásitos.
4- correctamente instalada en una buena colmena y protegida de condiciones climáticas extremas.
Los grandes productores admiten y reconocen el valor de una reina joven aún cuando no la reemplacen tan a menudo como ellos quisieran. Muchas veces se encuentran limitados por flujos de caja, la dificultad de obtener grandes cantidades de reinas y también el trabajo que implica este manejo de reemplazar un gran número de reinas. Sin embargo, lo más importante es que todos estos apicultores exitosos tienen gran conciencia del valor de una reina joven.
A veces el costo de una reina parece ser una barrera. Pero esto no debe influir, es necesario hacer un balance entre el costo y los beneficios. Mirado de otra forma: el costo de una reina equivale a tres marcos con miel, es decir 10 kilos de miel y en el peor de los casos, en una muy mala cosecha una reina joven aumentará su producción en mucho más de eso, generalmente aumentará por lo menos en un alza. Y no es sólo esta la diferencia, ya que mantener una reina joven en una colonia hará el manejo más fácil, más predecible y no habrá tendencia a la enjambrazón -aunque hay que aclarar que son varios los factores que afectan la enjambrazón, incluyendo la superpoblación, clima y, de todos, la edad de la reina es la primera causa-.
Una colonia liderada por una reina joven se desarrollará en forma pareja produciendo gran número de pecoreadoras para la recolección tendrá tendencia a fallar justo en momentos críticos. Pero surge la interrogante: ¿cuándo una reina es vieja? Recordemos que pueden vivir 5 años o más. En la práctica muchos apicultores dirán que hay que tratar de tener las reinas de menos de dos años de edad; esto no quiere decir que las reinas no son buenas después de dos años pero significa que su rendimiento bajará en forma notoria (más del 20%). La recomendación es el cambio de reinas, ojala una vez por año si es posible, más aún cuando hablamos de climas templados con inviernos benignos.
Sin embargo, para hacer este cambio o renovación existen dos dificultades: una es conseguir las reinas cuando se necesitan y la otra es a veces encontrar la reina que se debe reemplazar y en especial introducirla correctamente. El primer problema se soluciona haciendo el pedido de reinas en forma oportuna, es decir con bastante tiempo, no una o dos semanas antes sino un par de meses antes de tal forma de asegurarse. No hay que olvidar que todos los apicultores quieren las reinas en casi las mismas fechas, y si el clima no acompaña los criadores no podrán asegurar fecha de fecundación y el despacho se atrasará con los problemas que ello implica. Las reinas nuevas deben estar disponibles temprano para que la colonia pueda desarrollarse y evitar una enjambrazón temprana, situación muy común. El tiempo ideal para el cambio de reinas es a fin de temporada, en otoño. Sin embargo, igual deben reservarse con meses de anterioridad.
Sin embargo, para hacer este cambio o renovación existen dos dificultades: una es conseguir las reinas cuando se necesitan y la otra es a veces encontrar la reina que se debe reemplazar y en especial introducirla correctamente. El primer problema se soluciona haciendo el pedido de reinas en forma oportuna, es decir con bastante tiempo, no una o dos semanas antes sino un par de meses antes de tal forma de asegurarse. No hay que olvidar que todos los apicultores quieren las reinas en casi las mismas fechas, y si el clima no acompaña los criadores no podrán asegurar fecha de fecundación y el despacho se atrasará con los problemas que ello implica. Las reinas nuevas deben estar disponibles temprano para que la colonia pueda desarrollarse y evitar una enjambrazón temprana, situación muy común. El tiempo ideal para el cambio de reinas es a fin de temporada, en otoño. Sin embargo, igual deben reservarse con meses de anterioridad.
El otro problema es la introducción de una nueva reina. En este sentido hay muchos métodos y algunos que sirven para unos, no resultan para otros. Hay tres reglas comunes para todos los métodos de introducción:
1- la colonia debe estar absolutamente huérfana;
2- debe estar alimentada; y
3- debe tener abejas jóvenes emergiendo.
La primera regla es obvia. La orfandad debe ser de no menos de 7 días (recordar proceso de metamorfosis). En cuanto a la segunda: ¿por qué debe alimentarse?, porque las posibilidades de aceptación de una nueva reina se reducen cuando no hay entrada de néctar, por lo tanto es recomendable alimentar por lo menos unos 4 ó 5 días antes de la introducción. Por última (tercera regla) debe tener abejas jóvenes ya que se dificulta mucho la introducción de una reina en una colonia que ha estado huérfana y con toda la cría ya nacida. En esas condiciones es preferible tomar de otra colmena dos o tres marcos de cría naciente y agregarlo a la colonia sin cría antes de introducir la nueva reina. No hay que olvidar que la reina es alimentada por abejas jóvenes que tienen en actividad sus glándulas hipo faríngeas. Sin estas abejas jóvenes en la colonia la suerte de que la reina sea bien aceptada son insuficientes.
1- la colonia debe estar absolutamente huérfana;
2- debe estar alimentada; y
3- debe tener abejas jóvenes emergiendo.
La primera regla es obvia. La orfandad debe ser de no menos de 7 días (recordar proceso de metamorfosis). En cuanto a la segunda: ¿por qué debe alimentarse?, porque las posibilidades de aceptación de una nueva reina se reducen cuando no hay entrada de néctar, por lo tanto es recomendable alimentar por lo menos unos 4 ó 5 días antes de la introducción. Por última (tercera regla) debe tener abejas jóvenes ya que se dificulta mucho la introducción de una reina en una colonia que ha estado huérfana y con toda la cría ya nacida. En esas condiciones es preferible tomar de otra colmena dos o tres marcos de cría naciente y agregarlo a la colonia sin cría antes de introducir la nueva reina. No hay que olvidar que la reina es alimentada por abejas jóvenes que tienen en actividad sus glándulas hipo faríngeas. Sin estas abejas jóvenes en la colonia la suerte de que la reina sea bien aceptada son insuficientes.
Finalmente el reemplazo de las reinas de sus colonias es una de las técnicas de manejo más beneficiosa que puede hacer el apicultor: el manejo primaveral se hará más fácil, se reducirá el riesgo de enjambrazón y estimulará y ayudará a la colonia a desarrollar su población para recolectar la máxima cosecha. También se verá reducido el riesgo del estrés de la colonia, ayudándola a controlar posibles enfermedades, y si la colonia es agresiva el cambio de reina cambiará completamente su temperamento haciendo de la apicultura la actividad agradable que siempre debiera ser.
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