Como dato curioso de un uso totalmente diferente, se sabe que Alejandro Magno murió en Babilonia y fue trasladado hasta Macedonia en un recipiente con miel, conservándose el cadáver totalmente intacto. ¥ En la civilización Hindú se les atribuye a los Azwin o dioses del sol el descubrimiento de la miel, y es muy interesante que el dios Vishnu fuera representado a veces bajo los trazos de una abeja posada en una flor de loto y Krhisna con una abeja azul sobre la frente.
Los primeros datos que se poseen sobre la apicultura entendida como explotación por el hombre se remontan a la época del antiguo Egipto, e incluso se cree que ya realizaban la trashumancia. En jeroglíficos de 6.000 años de antigüedad existen representaciones de barcos con colmenas de barro en su interior.
El signo que simbolizaba el Bajo Egipto era la abeja, lo que demuestra la gran importancia que tenía en la cultura egipcia.
El papiro de Ebers es la principal fuente que recoge el conocimiento de la medicina egipcia y recoge cómo la miel y la cera se utilizaban para tratar diversas afecciones.
En varias tumbas egipcias de más de cinco mil años de antigüedad se han encontrado ánforas con restos de miel, ya que en aquella cultura se consideraba que este alimento tenía propiedades mágicas y podía alimentarles y protegerles en el Mundo del Más Allá. Muchas de ellas, además, se acompañaban con etiquetas escritas donde se inscribía el origen de la mercancía y el año de su producción.
La mitología griega admite que Júpiter fue alimentado por las abejas del monte Ida, y que elaboraban la miel con tal fin.
Virgilio (70-19 a. J. C.), dedica el libro IV de su obra Geórgicas a explicar que las colmenas se pueden hacer pegando corchos ahuecados, dónde se deben ubicar, el trabajo que realizan las abejas y cómo el rey es el principal responsable de obtener una buena cosecha. Además, describe que para obtener un enjambre, había que sacrificar un toro joven, machacar sus vísceras a través de la piel (a palos) y dejarlo que entrara en putrefacción, de donde “saldrían unos animales dignos de ver por su aspecto maravilloso...”
Este tipo de colmena de corcho que describe Virgilio, ha constituido la base de una gran parte de nuestras explotaciones apícolas prácticamente hasta mediados del siglo pasado, quedando todavía en Los árabes, que estuvieron 700 años en España, dejaron un gran legado gastronómico, especialmente de dulces, siendo la miel uno de los ingredientes fundamentales.
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