domingo, 19 de febrero de 2017

ASCOFEROSIS O POLLO ESCAYOLADO IDENTIFICACIÓN Y ERRADICACIÓN


El pollo escayolado es una enfermedad producida por un hongo llamado Ascosphaera apis, que coloniza el intestino de las larvas. Se trata de una enfermedad que afecta a la cría de las abejas poco después de la operculación y que una vez se apodera compite por el alimento, mata a la larva de hambre y finalmente la fagocita.
El hongo se transmite por esporas que son llevadas de unas colmenas a otras y hasta la cría por las abejas adultas o por malas prácticas de manejo. Las esporas, además de residir en la cría, podemos encontrarlas también en las reservas de miel y polen o en cualquier otro espacio de la colmena. En consecuencia, evitar esta acumulación de esporas e impedir su paso a otras colmenas serán medidas acertadas para luchar contra el pollo escayolado.
Cabe destacar que las esporas del hongo tienen una enorme capacidad de resistir el paso del tiempo y las circunstancias adversas, de tal manera que pueden subsistir de forma latente incluso décadas, esperando a ser ingeridas por las larvas y que la fortuna haga actuar una causa predisponente sobre la cría en el momento preciso. La acumulación puede incrementarse en el tiempo, por lo que a medida que los cuadros son más viejos, la probabilidad que porten esporas es mayor.

CÓMO IDENTIFICARLO
Apreciareis en una colmena infectada que los cuadros tienen una estampa “típica navideña” donde las celdillas albergan cría momificada como copos de nieve. También se suelen amontonar las momias en el suelo de la piquera:
  • Momia blanca: a los 10 días, sin esporas de reproducción.
  • Momia negra: a los 20 días, con esporas de reproducción.
Por otra parte, el cazapolen es una de las mejores herramientas para diagnosticar el pollo escayolado en las colmenas, apareciendo las momias en el cajoncillo junto al polen. Esto nos debe impulsar a intensificar con otras medidas de prevención.

CAUSAS:
Hace falta algo más que la presencia del hongo en la cría para que la enfermedad se manifieste, se trata de una serie de circunstancias que conocemos como causas predisponentes que generan un estrés necesario para el hongo prolifere:
  • Enfriamiento de la cría: Es el factor de mayor relevancia. No es necesaria una larga exposición a bajas temperaturas para que se desencadene la enfermedad. Ocurre cuando baja la temperatura de las preninfas (larvas de 48h) unos 5º bruscamente, o se produce un traslado a una zona más fría.
  • Desequilibrios nodrizas/cría: Cuando la población de abejas nodrizas no es la adecuada, la temperatura del nido de cría no alcanza a mantenerse en forma normal. También, una enjambrazón en tiempo fresco, puede desequilibrar la relación abejas adultas/cría dejando a esta última desatendida.
  • Deficiencias en la alimentación: Causadas por un escaso aporte de polen o al uso de cazapolen.
  • Manejo inadecuado y excesivo: Como una alimentación que aumente  y estimule desequilibradamente la cría o añadir más cría abierta de la que puede atender una colmena.
  • ¿Elevada humedad y pobre ventilación?. Aunque la alta humedad tradicionalmente se ha considerado como un factor causante de la aparición de pollo escayolado, un estudio de la universidad de Córdoba concluyó que no tiene una acción tan importante, aunque tampoco es desacertado tratar de evitarla, porque una vez la cría sufre la enfermedad puede ayudar a que prolifere el número de esporas.
PREVENCIÓN:
El pollo escayolado se puede controlar y prevenir con medidas de manejo relativamente simples, intentado reducir la incidencia de las posibles causas predisponentes.
En el manejo radica una parte importante de la prevención, por tanto evitaremos la apertura de colmenas en días frío. A su vez, deberemos mantener colmenas con adecuada población y evitar el desplazamiento de cuadros de cría a otras colmenas donde no hay la suficiente masa para poder atenderla.
El recambio de la cera es una práctica fundamental, por regla general se recomienda cambiar un tercio de ella anualmente, de tal manera que cada tres años hayamos realizado ya un ciclo completo. La clave para saber cuando debemos cambiarla no es únicamente por el color negruzco sino cuando el cuadro este recto, ordenado y pese (ya que esto se debe a que las abejas dejaron restos de muda).
Por otra parte, deberemos alimentar adecuadamente, si es preciso. No obstante, trasladar el colmenar a nueva floración, nos ayudará a mejorar la nutrición y a que haya un aumento del comportamiento higiénico.
Por último,  y como ya hemos comentado evitaremos intercambiar material entre colmenas sanas y enfermas. Y obviamente no utilizar miel, polen, ni panales de colmenas afectadas para otras.
SOLUCIONES:
Ningún tratamiento fungicida curará a las colmenas de esta enfermedad en una colmena. Los antibióticos, además de ser ineficaces, estarían contraindicados por el riesgo de generar residuos.
El comportamiento higiénico de la abeja será uno de nuestros mayores aliado para combatir esta enfermedad. Con la aplicación de jarabe o de una alimentación sólida o de Mycostop podemos ayudar a activar el instinto de limpieza y hacer que la colonia expulse las momias y se sanee, pero estos resultados serían momentáneos. Porque cuando las condiciones de desatención a la cría vuelven a darse, la enfermedad vuelve a reproducirse, ya que subsiste el defecto de comportamiento higiénico de las abejas que permitió su aparición. Aquí reside la importancia de tener una buena selección genética de la abeja, por lo que el recambio de reinas, tan pronto sea posible, es una de las medidas aconsejables ante la aparición de la enfermedad.
Los cuadros de cría de las colmenas afectadas deberán ser eliminados (fundir los panales, enterrarlos, quemarlos) jamás deben ser transferidos a otras colmenas para que los limpien ya que contienen un alto nivel de esporas. También es conveniente limpiar, flamear y desinfectar los fondos de las colmenas afectadas antes de volver sin olvidarnos de que cada vez que visitamos una colmena enferma debemos desinfectar también las herramienta y los atuendos que hemos utilizado.
  • Procurar buenos asentamientos de invernada.
  • Seleccionar líneas resistentes.
  • Mantener el material en buen estado.
  • Recambiar cera.
  • Mantener las colmenas adecuadamente ventiladas.
  • La enfermedad remite cuando mejoran las condiciones ambientales.
 Fuentes:
-Sebastian Alain Faure de Miel El Terrero.  
Estudio realizado por el departamento de zoología de la Universidad de Córdoba.
 http://www.latiendadelapicultor.com/blog/pollo-escayolado/

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