domingo, 12 de marzo de 2017

ALTERNATIVAS DE ALIMENTACIÓN ARTIFICIAL


  Definición e importancia de la alimentación artificial La alimentación artificial es el suministro de alimentos que les damos a las abejas en la temporada en que la necesitan, aunque los alimentos no necesariamente tienen que ser artificiales, ya que en la alimentación de las abejas podemos proveerles de miel de otras colonias o que tengamos almacenada para tal fin. Si se utiliza miel o polen provenientes de otra colmena, deberá ser de colmenas sanas, para evitar la propagación de plagas o enfermedades.

Se sabe que las abejas en condiciones naturales no necesitan de la intervención humana para sobrevivir. Sin embargo, en las explotaciones comerciales, los apicultores quitamos a las abejas la mayor parte de sus reservas, dejándolas en condiciones no aptas para enfrentar las temporadas críticas, por lo tanto, los productores debemos de auxiliar a las colonias de abejas con alimentación suplementaria.

Tipos de alimentos artificiales en las abejas (sólidos y líquidos)
Los alimentos que proporcionamos a las colonias de abejas los podemos suministrar ya sea de manera líquida (en forma de jarabes) o sólida (pastas). La mayoría de las veces se proporcionan alimentos energéticos en forma de jarabes, y los alimentos proteicos en forma de pastas. En Centroamérica es muy conocido que los apicultores usan los alimentos energéticos líquidos o jarabes, en concentraciones diferentes para fines diferentes, así tenemos que se dividen en alimentación de mantenimiento y alimentación estimulante.
 La alimentación de sostén o de mantenimiento es preparada en proporciones de agua y azúcar al 1:2, y generalmente se usa para mantener colmenas en condiciones regulares y en situaciones en que el productor no requiere aumentar la cantidad de abejas en sus colmenas. Se utiliza en situaciones de intensa escasez de néctar y polen, para evitar que la población de la colmena decaiga, generando como consecuencia una fuerte baja de la productividad durante el periodo de cosecha. La proporción 1:2 se utiliza para simular el contenido de humedad en la miel de abejas y los grados Brix. Al preparar jarabe 1:2, se obtiene un porcentaje de humedad similar al de la miel de abejas. Por cada litro de agua se utilizan dos kilos de azúcar.

Es recomendable calentar el agua antes de agregar el azúcar para facilitar la dilución y obtener un jarabe de calidad. El total de jarabe producido es de 2.3 litros por mezcla (1:2). La alimentación estimulante es menos concentrada en azúcares; generalmente se usa agua y azúcar en proporción 1:1, y se usa  antes de la cosecha para estimular a las abejas a que aumenten su población al iniciar la floración. Existen abejas reinas que suspenden su postura durante largos periodos de escasez. Cuando se utiliza alimentación estimulante debe suministrarse en cantidades pequeñas, para simular un periodo de floración, y estimular la postura en la reina.
El néctar contiene un alto porcentaje de humedad, por esa razón la proporción de agua en este tipo de alimentación energética es mayor, a diferencia de la alimentación de sostén.
Es conveniente comentar que con cualquiera de las dos concentraciones se pueden obtener objetivos de mantenimiento o de estímulo, siempre que se use una buena estrategia en la frecuencia del suministro de alimento; así tenemos que, aunque se dé un jarabe no muy concentrado en azúcares, si lo aplicamos frecuentemente, obtendremos estímulos de la reina y aumento en la población. Algunos apicultores prefieren suministrar el jarabe enriquecido con 5% al 15% de polen en polvo diluido en el jarabe, reportando que obtienen muy buenos resultados para estimular a los núcleos en crecimiento.

Tiempo atrás,  muchos apicultores   se utilizaron con frecuencia la alimentación de colmenas con residuos de la industria de la confitería o desechos de dulces. Esta práctica no es recomendable por todos los componentes que contienen, como: los colorantes, saborizantes y conservadores, y que podrían ser dañinos para las abejas, aparte de los riesgos de contaminación que representan. No se recomienda el uso de melaza o cualquier otro desperdicio de la industria confitera o azucarera para alimentación de colmenas. Desperdicios de dulces, como la melaza no son recomendables por poseer elevados niveles de contaminantes, como el HMF (Hidroximetilfurfural), que en elevadas proporciones resulta tóxico para las abejas. Todos los insumos que se empleen para la preparación de los alimentos deberán ser inocuos, tanto para las abejas como para las personas, asimismo, el agua que se emplee deberá ser hervida o potable.




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