sábado, 18 de marzo de 2017

SELECCIÓN EN ABEJAS



La mayoría de los apicultores andan en busca de una “súper” abeja, que sea muy productiva casi sin invertirle tiempo ni dinero, que sea muy mansa, que no enjambre o resistente a las enfermedades. Desafortunadamente tal abeja no existe. Varias características, y principalmente la producción de miel, dependen en gran medida de las condiciones ambientales, como la floración y el manejo adecuado; así que antes de pensar en mejorar nuestras abejas debemos pensar en mejorar nuestros métodos y formas de trabajar con ellas. Un buen apicultor primero se preocupa por darle a sus abejas un buen manejo y después piensa en mejorarlas genéticamente.



 Qué características seleccionar
Los problemas actuales de la producción apícola, como: la africanización de las abejas, la presencia de Varroa y otras enfermedades, la inestabilidad del mercado internacional de la miel y el deterioro del entorno ecológico, han enfatizado que los apicultores trabajen más en obtener abejas con características de alto rendimiento, baja  agresividad y resistentes a las principales enfermedades; aunque hay otros rasgos que para algunos apicultores podrían ser útiles, como: la baja disposición a enjambrar, la compactación de la cría, la austeridad, el color de las abejas y capacidad polinizadora.


 Las abejas africanizadas , son muy variables en sus características, por lo tanto las hay que producen gran cantidad de miel y otras que producen muy poco; otras de sus características son también muy variables, lo que las hace muy susceptibles de ser mejoradas genéticamente. Sin embargo su alta  agresividad las hace poco apropiadas para productores que están ubicados en lugares cercanos a poblaciones o explotaciones animales donde puedan causar problemas, y aunque es posible seleccionar abejas africanizadas menos defensivas, no es muy recomendable, ya que es un trabajo muy difícil de hacer. En este sentido, algunos investigadores sugieren que con abejas africanizadas es mucho más sencillo seleccionar abejas defensivas que mansas.
 Por otro lado, está la posibilidad de importar reinas de otras regiones o incluso de otros países, sin embargo, hay que recordar que traer abejas de otros orígenes siempre representa riesgos y oportunidades. Además, aunque las reinas se adquieran de criadores de prestigio, no se asegura que las abejas tengan el comportamiento esperado, ya que las reinas que nos venden son buenas reinas en la región de la que proceden y puede ser que no se adapten a las condiciones ambientales y de manejo de nuestra región; por tal motivo es muy importante que las reinas traídas de otros lados sean evaluadas por lo menos durante un ciclo productivo, para ver su comportamiento, determinar si se adaptan bien a nuestra región, y seleccionarlas, solamente si son mejores que nuestras abejas locales.


Como evaluar a las reinas
Cualquier productor o criador que desea hacer selección, deberá necesariamente llevar algún tipo de registro de las características que son de interés para él; por lo menos un cuaderno deberá usarse en el apiario, para hacer las anotaciones correspondientes. Existen varias maneras de evaluar la mayoría de las características de las colonias, algunas de ellas muy complejas, sin embargo, los apicultores deben usar maneras muy sencillas y prácticas.

 Proponemos las siguientes:

Rendimiento.
Para evaluar la cantidad de miel que produce una colonia se puede hacer por la cantidad de panales de miel que se le cosecha. En este caso, la unidad de medida del rendimiento será de panales por colonia; lo cual puede ser convertido a kilogramos, tomando una muestra de 30 o más panales de miel, los cuales se pesan antes y después de ser extraída la miel, y la diferencia de peso se divide entre el número de panales, para obtener el promedio de miel extraída de cada panal. Otra manera de obtener este factor sería dividiendo la cantidad total de miel producida entre el número total de panales cosechados


Docilidad.
La mansedumbre de las abejas es un comportamiento difícil de evaluar numéricamente. Existen algunos métodos que determinan el tiempo de reacción de las abejas a un estimulo delante de la entrada de la colmena, contabilizando además el número de aguijones en el objeto estimulante y la distancia de persecución, pero estos son un poco complicados. Sin embargo la mayoría de los apicultores tiene idea de cuáles son sus colonias más defensivas y cuáles las más mansas, por lo que se propone que sea evaluado este comportamiento por apreciación de la reacción de las abejas cuando se les revisa cotidianamente, dando una calificación en una escala del 1 al 5, de la siguiente manera: Muy mansa. Mansa. Regular o ligeramente mansa. Agresiva. Muy agresiva.

 Resistencia a las enfermedades.
Que las abejas se enfermen menos es muy importante, porque las colonias producen más estando sanas, por el ahorro de los costos de los medicamentos y porque se evitan contaminaciones de los productos apícolas. Existen varias formas de evaluar la resistencia a las enfermedades. A veces el simple hecho de que las colonias durante mucho tiempo no presenten signos de enfermedad aun cuando las colonias vecinas lo estén, nos puede ir orientando de su capacidad para mantenerse sanas. Otra manera muy usada actualmente es explorando su comportamiento higiénico, ya que éste comportamiento está directamente relacionado con la sanidad de las colonias, este puede medirse por diferentes pruebas como:
  Cría muerta por refrigeración.
  Congelamiento con hielo seco.
  Punción de la cría.
  Congelamiento con nitrógeno líquido.
Las pruebas de cría muerta por refrigeración y, sobre todo, la de punción de la cría, se adaptan muy bien para ser usadas por la mayoría de los apicultores. Esta última consiste en matar las pupas de abejas con una aguja muy fina, haciendo una diminuta perforación a través del opérculo de la celda y traspasando la cría, posteriormente se devuelve a la colonia y se esperan 24 o 48 horas para revisar la reacción de las abejas ante esta cría muerta. Si son capaces de detectar, desopercular, y retirar la cría muerta en este tiempo, significa que es una colonia higiénica. Para las otras características también hay maneras de evaluarse, como el caso de la tendencia a enjambrar, la que puede ser medida fácilmente si tenemos las reinas marcadas. De este modo, cada vez que revisemos y encontremos una nueva reina, nos dará un indicio de con qué frecuencia las abejas cambian de reina, y una buena parte de ellas puede ser por efecto de la enjambrazón.



Seleccionar las mejores reinas y multiplicarlas
Es importante mencionar que mientras mayor cantidad de rasgos queremos seleccionar más complicada se hace la selección, por lo que se recomienda a cualquier productor que desee hacerla, sólo trabaje sobre la o las características que más le convengan.
Una vez que hemos evaluado a las reinas, tendremos datos de las calificaciones que obtuvieron cada una de ellas en cada una de las pruebas. El siguiente paso es obtener una calificación general de cada colonia en la que se tomen en cuenta todas las características evaluadas (para algunos esto es hacer un “índice de selección”). Esta calificación puede hacerse en una escala de 100 puntos, asignándole a cada característica evaluada un % de la calificación general. Así, la colonia que tenga mayor puntuación será la mejor colonia de nuestra selección.
El % para cada rasgo dependerá de la importancia que nosotros queremos darle a determinada característica, ya que no es lo mismo para un apicultor que tiene abejas europeas, que uno que maneja abejas africanizadas. En ese caso es muy posible que la  agresividad no sea una característica demasiado importante para el que usa abejas europeas, mientras que sí lo será para el que trabaja con africanizadas y por lo tanto le asignará mayor % en la calificación general, para mejorar esta característica. Lo mismo sucede para los demás rasgos. Así que cada apicultor tendrá su propia calificación para sus colonias, dependiendo de las condiciones en que trabaja y qué importancia tiene para él las características que está seleccionando.
 Cuando sabemos qué colonia o colonias son las mejores, el siguiente paso es reproducirlas, es decir obtener de ellas las reinas hijas que van a reemplazar a las reinas que no nos dieron buen resultado, obteniendo con ello abejas que estarán por arriba del promedio de las abejas de la generación pasada. Este procedimiento se puede repetir cada ciclo productivo.

fuente
Ing. Agr. José Vaquero e Ing. Agr. Pedro Vargas. 
Basado en el Manual de Apicultura Básica: 
Manejo Técnico de Colmenas. Elaborado por M.V.Z. Omar Argüello Nájera, 2010.
http://teca.fao.org/sites/default/files/resources/manejocolmenas.pdf

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