Si el néctar (o el azúcar suplementario) es la fuente principal de energía de la abeja, el polen, por su composición, contribuye con una serie de elementos esenciales al desarrollo normal de la colonia.
Tal como ya nos acostumbramos, en la apicultura hay varias recetas y opciones de sustituir o complementar el polen cuando éste falta o cuando la naturaleza no asegura recursos de alta cualidad. Sin la intención de molestar a alguien, no puedo no observar el hecho de que muchas de ellas muestran un desconocimiento de las nociones más elementales acerca de la composición natural del polen y por lo tanto, de las necesidades reales de la abeja. Así que vamos a volver a lo básico y veamos lo que contiene el polen para poder comprender cómo complementarlo.
El elemento principal que la abeja consigue después de consumir polen es la proteína. Además de proteínas, el polen tiene una serie de otros elementos, es decir grasas, vitaminas y minerales, todos siendo implicados en el desarrollo exitoso de la familia.
El porcentaje de proteína necesario para la abeja en la alimentación proteica natural demostrado en varios estudios sobre el polen recolectado fue mínimo 20-25% (las fuentes de estos estudios se pueden encontrar al final del artículo). Tenemos también en Rumania un estudio de ICDA en colaboración con el instituto de investigaciones apícola de la Academia de Ciencias Agrícolas de China acerca del desarrollo de nuevas fórmulas de suplementos nutritivos para aumentar la resistencia natural de las colonias de abejas a diversos factores de riesgo en la que una de las conclusiones es exactamente la misma. Es cierto que la abeja sobrevive también mediante el consumo de polen con una concentración proteica más baja, pero se ha demostrado que la longevidad de las obreras se aumenta mucho cuando tienen la posibilidad de consumir polen con un contenido mayor de proteínas (entre 25% y 30%) a diferencia del caso en el que consumían polen con menos de 20% proteína. La cantidad de cría baja también cuando el polen sólo está disponible con un bajo contenido de proteínas.
Una explicación viene del estudio de D. Anderson publicado en 1997 que mostró que para cada 10 gramos de proteína biodisponible necesaria a la colonia tuvieron que metabolizar 48 gramos de polen con 30% proteína. Para el polen con 20% proteína la misma colonia tuvo que consumir 72 gramos de polen para conseguir los 10 gramos de proteína. Teniendo en cuenta los resultados del estudio, se puede notar que para una familia de abejas, consumir 3 kg de polen con 20% proteínas tiene la misma cantidad proteica que consumir 2 kg de polen con 30% proteína. Entonces, podrá ver la importancia del porcentaje de proteína para disminuir el esfuerzo de la familia de recolectar y metabolizar el polen. También comprendemos el hecho de que la cantidad de polen consumida depende en gran parte de su contenido proteico y no sólo de la área de cría, la población de la familia y también otros factores. Como para un porcentaje medio de proteína del polen la conversión polen:abeja es de 1:1 (es decir para conseguir un kg de abeja se consume 1 kg de polen), el consumo de polen varía mucho dependiendo principalmente de su cualidad y por supuesto de los otros factores enumerados. Esto lleva a una amplia variación de las cantidades anuales de polen consumidas, de 25 a 55 kg cada año. Las últimas investigaciones muestran que esta cantidad es un poco mayor en realidad, porque últimamente no se ha tenido en cuenta el consumo de polen por las abejas jóvenes recién eclosionadas y que necesitan formar su grasa corporal.
Si el porcentaje de proteína sería el único aspecto que se tuviera en cuenta en conseguir un suplemento de proteínas, las cosas no serían para nada complicadas. Pero además del contenido de proteína, un otro elemento clave sería el perfil de aminoácidos necesario para la abeja. Los aminoácidos son componentes de la proteína y su proporción es muy importante. Ya lo había dicho en un artículo anterior , pero voy a volver a decir que después del análisis de varios tipos de polen se comprobó que aunque las cantidades de cada aminoácido identificado hayan variado, su proporción era constante. Por lo tanto, se pudo hacer un perfil de aminoácidos esenciales óptimo para la abeja y que es:
Aminoácido esencial | Necesario abeja (g/16g N) |
---|---|
Treonina | 3.0 |
Valina | 4.0 |
Metionina | 1.5 |
Isoleucina | 4.0 |
Leucina | 4.5 |
Fenilalanina | 1.5 |
Histidina | 1.5 |
Lisina | 3.0 |
Arginina | 3.0 |
Triptófano | 1.0 |
Medir el nivel de cada aminoácido se hizo parecido a medir el nivel de proteína en bruto de un compuesto, es decir comparando el número de gramos de un aminoácido a 16 gramos de Nitrógeno (Ázoe). Para comprender mejor la importancia de la proporción de aminoácidos, les voy a dar el siguiente ejemplo: cambiando la proporción de isoleucina y valina que es 4:4 a 3:4 llevó a la disminución con 25% de la eficiencia de la utilización de proteínas de un suplemento proteico para abejas. Más importante se vuelve la cantidad total de proteína de un producto proteico adicional, porque es menos probable que la abeja utilice en una proporción de 100% su contenido proteico. Esto sobre todo si no se tiene en cuenta la proporción de aminoácidos ofrecido, por no hablar de la biodisponibilidad de la fuente de proteína.
Además de las proteínas y de los aminoácidos, en conseguir un suplemento del polen, hay que tener en cuenta que éste contiene también grasas. Aunque la importancia de las grasas en la alimentación de las abejas no haya sido estudiada intensivamente, hoy en día es conocido el hecho de que las abejas utilizan una baja cantidad de colesterol para la crianza de la cría. Sin embargo, el bajo porcentaje necesario (0.01% de materia seca) puede ser cubierto por las reservas de las abejas nodrizas. Otras dos conclusiones mucho más importantes resultadas del estudio de la importancia de las grasas para las abejas fueron: la primera de ella es que ciertas grasas del polen son muy atractivas para las abejas y la segunda es que ciertos ácidos grasos tienen un efecto antimicrobiano importante dentro de la familia de abejas.
Si el papel fagoestimulante (atrayente) de las grasas pudo ser comprobado con bastante facilidad (administrando polen y suplementos proteicos con un contenido de grasas diferente se comprobó que se prefieren los productos con un contenido mayor de grasas), sobre su papel antimicrobiano, los datos van evolucionando. Lo que se sabe es que el ácido linoleico inhibe el crecimiento de dos bacterias que pueden producir la loque europea (Melissococcus pluton) y la loque americana (Paenibacillus larvae subsp. larvae).
Otros ácidos grasos (caprílico, láurico, mirístico) también mostraron propiedades antimicrobianas. Es decir que agregando grasas como el aceite de canola o de maíz en los suplementos proteicos puede ayudar a conseguir un efecto antibacteriano significativo. Sin embargo, no debe haber una sobredosis porque, como en muchos otros casos, el exceso no trae algo bueno, sino todo lo contrario. En este sentido, Rob Manning mostró que superar un nivel de 6% en el caso del ácido linoleico en la alimentación de las abejas llevó a restringir la cría.
El último aspecto que se tiene en cuenta es el de las vitaminas y de los minerales necesarios para la abeja. Hay muy pocos estudios que traigan pruebas concluyentes acerca de las necesidades de la abeja de vitaminas y minerales. Ya sabemos que para la mayoría de los insectos, las vitaminas del grupo B son necesarias y por lo tanto, se supone que esto es cierto en el caso de la abeja también.
Lo que es seguro es que agregar minerales en los suplementos proteicos, aumentarán el contenido de ceniza de éstas (la ceniza es el residuo que se queda después de quemar a 180 grados Celsius). El polen tiene entre 2 y 4% contenido de ceniza dependiendo de la fuenta de la que procede. Las altas concentraciones de minerales en el polen o en los suplementos llevaron a una disminución de la área de cría. La opción ideal es considerada la que tiene un contenido de ceniza inferior o igual a 2%. Todos los componentes de una torta proteica normal ya contienen vitaminas y minerales, es decir ceniza. Así que, mucho cuidado cuando agrega un montón de suplementos que contienen vitaminas y minerales queriendo ayudar a la abeja y a aumentar la área de cría. Lo única que logrará será aumentar el contenido de ceniza y el efecto será todo lo contrario. El mismo efecto ocurre si añade estos suplementos en el jarabe de azúcar. No voy a detallar aquí, pero voy a decir brevemente que aunque fueran necesarias, todas estas vitaminas y minerales de varios suplementos tendrían que estar presentes de una forma biodisponible para que puedan ser usados por la abeja. Cualquier residuo añadido que es de más, hará que el producto final sea cada vez más difícil de digerir y esto es contrario a un principio esencial: los productos ofrecidos como suplemento tienen que ser fácilmente digeridos por la abeja y que no contengan sustancias tóxicas para ellas.
Estas informaciones tendrían que ser conocidas antes de concebir un suplemento proteico para las abejas. A menudo, nos dejamos llevar por buenas intenciones, pero sin estar correctamente informados y por nuestras intervenciones dañamos a las abejas. Es también el caso de los suplementos proteicos. Lo dije y lo voy a repetir siempre, si no estamos seguros de que por nuestra intervención traemos ventajas, es mejor no intervenir.
Ya hemos presentado anteriormente una fórmula de suplemento proteico que tenga en cuenta todas las necesidades de la abeja. Es obvio que no puede sustituir el polen sino sólo completarlo en los períodos cuando falta en la naturaleza u, ojo,en los períodos en los que este es de baja cualidad (contenido proteico bajo, proporción de aminoácidos desequilibrado). Anteriormente, hemos visto que la disponibilidad del polen no necesariamente significa satisfacer las necesidades nutricionales de la abeja. Un ejemplo de esto sería el polen de girasol. De hecho, justo la cualidad de este polen es una de las causas de las despoblaciones masivas después de la cosecha de girasol, además de los neonicotinoides y otros elementos que causan estrés a la colonia. Sobre este tema voy a detallar en los próximos artículos.
Finalmente, les voy a presentar algunos tipos de polen que están también en nuestro país para poder evaluar su utilidad:
Colza
Proteína en bruto: 22.8%, 26.1%, 23.8%, 23.6% (4 fuentes analizadas) | Grasas: 7.3%, 6.9%, 1.8%, 6.8%
Aminoácidos:
Aminoácidos:
Thr | Val | Met | Leu | Iso | Phe | Lys | His | Arg | Try |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
4.9 | 5.1 | 2.3 | 7 | 4.6 | 4.3 | 8.2 | 2.1 | 5.1 | - |
5.1 | 5.6 | 2.3 | 7.6 | 4.5 | 4 | 8.5 | 2.7 | 4.8 | - |
3.9 | 5.2 | 2 | 6.6 | 3.8 | 3.8 | 5.6 | 2.5 | 6.3 | - |
5 | 5.5 | 2.5 | 7.2 | 5 | 4.5 | 8.3 | 2.2 | 5.1 | - |
Girasol
Proteína en bruto: 13.8%, 12.9% (2 fuentes analizadas) | Grasas: 1.4%, 1.1%
Aminoácidos:
Aminoácidos:
Thr | Val | Met | Leu | Iso | Phe | Lys | His | Arg | Try |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
4 | 4.6 | 2.2 | 6.6 | 4.3 | 3.7 | 5.8 | 4.6 | 3.7 | - |
4.1 | 4.6 | 1.8 | 6.4 | 4 | 3.6 | 6.2 | 4.8 | 4 | - |
Lavanda
Proteína en bruto: 19.4% (una fuente analizada) | Grasas: 2.9%
Aminoácidos:
Aminoácidos:
Thr | Val | Met | Leu | Iso | Phe | Lys | His | Arg | Try |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
4.2 | 4.5 | 2.2 | 6 | 3.6 | 4.1 | 6.4 | 3.7 | 4.3 | - |
Alfalfa
Proteína en bruto: 20%, 24.1% (2 fuentes analizadas)
Aminoácidos:
Aminoácidos:
Thr | Val | Met | Leu | Iso | Phe | Lys | His | Arg | Try |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
3.6 | 4 | 1.6 | 5.4 | 3.1 | 3.3 | 5.5 | 2.9 | 5.2 | 1.4 |
3.3 | 3.3 | 1.4 | 5 | 2.7 | 3.1 | 5.6 | 3.2 | 4.5 | 1.6 |
Zarzamora
Proteína en bruto: 14.8%, 20% (2 fuentes analizadas)
Aminoácidos:
Aminoácidos:
Thr | Val | Met | Leu | Iso | Phe | Lys | His | Arg | Try |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
3.1 | 4.8 | 1.5 | 6.5 | 4.1 | 4.5 | 8.5 | - | 7.4 | - |
4.4 | 5.4 | 2.3 | 7.3 | 4.6 | 4.6 | 6.3 | 2.6 | 5.2 | 0.9 |
Mostaza silvestre
Proteína en bruto: 22%, 22.3%, 22.4% (3 fuentes analizadas) | Grasas: 5.7%, 6.4%, 5.4%
Aminoácidos:
Aminoácidos:
Thr | Val | Met | Leu | Iso | Phe | Lys | His | Arg | Try |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
5.1 | 5.3 | 2.4 | 7.3 | 4.9 | 4.5 | 8.7 | 2.3 | 5.3 | - |
4.2 | 3.3 | 2.8 | 5.6 | 3.1 | 3.2 | 5.8 | 1.8 | 4.1 | - |
4.7 | 5.7 | 2.6 | 7.2 | 5.3 | 4.2 | 8.1 | 2.7 | 5 | - |
Trébol
Proteína en bruto: 25.9%, 22.5%, 22.6%, 23.1%, 24.9%, 25.4%, 25.1%, 25.6%, 24.7% (9 fuentes analizadas) | Grasas: 2.5%
Aminoácidos:
Aminoácidos:
Thr | Val | Met | Leu | Iso | Phe | Lys | His | Arg | Try |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
4.6 | 5.3 | 2.2 | 7 | 4.4 | 4.3 | 5.9 | 2.5 | 4.7 | - |
3.2 | 2.7 | 1.4 | 5.1 | 2.3 | 3.3 | 5.1 | 2.3 | 3.5 | - |
3.8 | 3.1 | 1.8 | 5.9 | 2.6 | 3.6 | 5.6 | 4.2 | 4.6 | - |
3.6 | 2.9 | 1.7 | 5.5 | 2.4 | 3.4 | 5.4 | 4.2 | 5.1 | - |
3 | 2.3 | 1.5 | 4.6 | 1.9 | 2.9 | 4.9 | 3.9 | 4.3 | - |
4.3 | 3.5 | 2 | 6.8 | 3.1 | 4.3 | 7.6 | 4.1 | 3.4 | - |
4.1 | 4.5 | 1.5 | 13.5 | 5.7 | 5 | 2.7 | - | 7.3 | - |
4.3 | 4.6 | 1.8 | 13.1 | 5.7 | 4.6 | 2.8 | - | 8 | - |
4.3 | 5.3 | 2.1 | 6.9 | 4.6 | 4.6 | 5.5 | 2.6 | 4.2 | - |
Arándano
Proteína en bruto: 13.9% (una fuente analizada) | Grasas: 2.04%
Aminoácidos:
Aminoácidos:
Thr | Val | Met | Leu | Iso | Phe | Lys | His | Arg | Try |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
3.8 | 5.4 | 2.3 | 6.7 | 4.7 | 3.5 | 6.4 | 2 | 5.6 | - |
Maíz
Proteína en bruto: 14.9% (una fuente analizada) | Grasas: 1.8%
Aminoácidos:
Aminoácidos:
Thr | Val | Met | Leu | Iso | Phe | Lys | His | Arg | Try |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
5.1 | 5.9 | 1.6 | 6.8 | 4.8 | 3.8 | 5.6 | 1.9 | 4.7 | - |
Peral
Proteína en bruto: 26.2% (una fuente analizada) | Grasas: 1.8%
Aminoácidos:
Aminoácidos:
Thr | Val | Met | Leu | Iso | Phe | Lys | His | Arg | Try |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
4.4 | 5.4 | 2.4 | 6.9 | 4.1 | 4.2 | 6.4 | 2.6 | 4.8 | - |
Bibliografía:
- Haydak, MH; Dietz, A (1972). Cholesterol, pantothenic acid, pyridoxine and thiamine
requirements of honeybees for brood rearing. Journal of Apicultural Research. 1(2):
105–109. - Herbert, EWJ (1979). A new ash mixture for honeybees maintained on a synthetic diet.
Journal of Apiculture Research. 18(2): 144-147. - Herbert, EW Jr; Shimanuki, H (1977). Brood-rearing capacity of caged honey bees fed
synthetic diets. Journal of Apicultural Research. 16(3): 150-153. - Kleinschmidt, G; Kondos, A (1976). The influence of crude protein levels on colony
production. The Australasian Beekeeper. 78(2): 36-39. - Kleinschmidt, G; Kondos, A (1977). The effect of dietary protein on colony performance.
Proceedings of the 26th International Apicultural Congress, Adelaide 357-361. - Kleinschmidt, G; Kondos, A (1979). Colony management for low quality pollens. The Australasian Beekeeper. 81: 5-6.
- Kleinschmidt, GJ (1984). Nutritional management of colonies on the basis of body protein of
bees. Honeybee Research and Development Council. Project No. QAC–1H. - Doug Somerville – Fat bess, skinny bees
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